Montañas + bosques = provisión y aseguramiento de agua

Susana Alvarado Barrientos, Lyssette Muñoz Villers, Alitzel Guzmán Huerta

¿De dónde proviene el suministro de agua para la ciudad de Coatepec y zonas aledañas? ¿Qué procesos hidrológicos son los responsables de mantener el agua disponible para nuestro consumo? El agua es indispensable para nuestra vida y bienestar. Por lo tanto, es igualmente imprescindible que como ciudadanos conozcamos las respuestas a estas preguntas. La primera es fácil de responder: el 90% del agua proviene de la cuenca del río Los Gavilanes, conocido también como río Huehueyapan (Foto 1).

Sobre el segundo cuestionamiento, se tiene la percepción que el bosque en las sierras está estrechamente implicado en la regulación y provisión del agua; pues es allí en las partes medias y altas de las montañas donde llueve mucho, nacen arroyos, manantiales y cascadas, y en conjunto, esa red de afluentes forma ríos grandes en las partes bajas donde se ubican las tomas de agua municipales. La ciencia, por otro lado, nos proporciona las herramientas para pasar de la percepción, o intuición, al conocimiento basado en evidencias. Este conocimiento es fundamental para poder tomar las mejores decisiones en cuanto al manejo y gestión de recursos hídricos, con el último fin de asegurar el agua y proveer bienestar, no sólo a nivel individual, sino también colectivamente.


Los servicios hidrológicos que proveen los ecosistemas de bosque en la montaña son de alta prioridad en la agenda nacional. Es por ello que desde hace un poco más de 10 años científicos mexicanos y extranjeros hemos colaborado para investigar en detalle cómo funcionan hidrológicamente nuestras cuencas de bosque bajo suelos de origen volcánico, y cuáles procesos podrían modificarse por la deforestación y reemplazo del bosque a otros usos de suelo, con sus correspondientes impactos en los flujos de agua de los ríos.

Los sitios de referencia de estos estudios han sido las partes media y alta de la cuenca del río Gavilanes, zona que lamentablemente se encuentra hoy en día en disputa (como ha denunciado Pronatura, Diario de Xalapa, Palabras claras, Plumas libres, Vanguardia Veracruz, Coatepec Contemporáneo, entre otros). En estos sitios, se han colocado instrumentos y se han colectado datos de forma continua durante varios años para llevar a cabo investigación de rigor científico (Fotos 2-3).

Los resultados obtenidos más relevantes para los ciudadanos y las autoridades sobre la montaña de Coatepec y el agua que se aprovecha de ella son los siguientes:

  • La zona que recibe la mayor precipitación (~2,800-3,000 mm anuales) corresponde a la franja de la montaña entre los 1,500 y 2,500 metros sobre el nivel del mar. El bosque mesófilo de montaña es representativo de esta zona.
  • El suelo cubierto por bosque tiene una gran capacidad de infiltración (~1,200 mm/h) y almacenamiento de agua (> 850 mm en 1 m de suelo); la vegetación juega un papel crucial en ambos procesos, al proteger estas cualidades.
  • La alta entrada de precipitación en combinación con las características hídricas del suelo hacen de esta zona de montaña la de mayor recarga hídrica, es decir, gran parte de la lluvia infiltrada se almacena y reside en el suelo y subsuelo por meses, garantizando así la disponibilidad y abastecimiento continuo de agua a lo largo del año.
  • Como resultado de lo anterior, la cuenca del río Los Gavilanes es capaz de amortiguar lluvias torrenciales entregando en caudal tan sólo el 35% de la lluvia durante estos eventos, mientras que en la época de secas es capaz de sostener caudales aun cuando han transcurrido 8 semanas sin lluvias sustanciales; muy rara vez su caudal ha disminuido hasta agotarse. Actualmente, el volumen de agua observado en esta cuenca es abundante (~ 265 m3/s diarios en promedio).
  • La capacidad de infiltración y almacenamiento de agua en cuencas son drásticamente afectadas por la deforestación y cambio en el uso del suelo como resultado de la compactación del suelo. En consecuencia, los ríos de montaña se vuelven más responsivos a la lluvia y pueden incrementar su caudal a magnitudes no antes observadas (entre 5 y 7 veces más), causando desprendimientos de suelo en laderas e inundaciones en las zonas bajas. Al no recargarse con suficiente agua el subsuelo, estos mismos ríos pueden reducir su volumen entre el 30 y el 70%, hasta incluso desaparecer cuando la disminución en la precipitación es prolongada. Lo mismo se esperaría que ocurriera a mayor escala para las tomas que derivan agua para su uso como la municipal de Coatepec.

¿Qué haremos como ciudadanos con este conocimiento?

 

Para leer más

  • Guzmán-Huerta A. (2017) Respuesta hidrológica de una cuenca de bosque húmedo de montaña, centro de Veracruz, México. Tesis de Licenciatura: Ciudad Universitaria, Universidad Nacional Autónoma, 54. Disponible en: http://132.248.9.195/ptd2017/enero/0754347/Index.html
  • Guzmán-Huerta A. (2019) Respuesta hidrológica de una cuenca de bosque tropical húmedo de montaña y su asociación con eventos meteorológicos a diferentes escalas temporales. Tesis de Maestría: Ciudad Universitaria, Universidad Nacional Autónoma, 94. Disponible en: http://132.248.9.195/ptd2019/noviembre/0798179/Index.html
  • Muñoz-Villers LE, F Holwerda, MS Alvarado-Barrientos, et al. (2015) Efectos hidrológicos de la conversión del bosque de niebla en el centro de Veracruz, México. Bosque 36(3): 395-407. DOI: http://doi.org/10.4067/S0717-92002015000300007

 

Imágenes

Foto 1. (página principal) Río Gavilanes durante la época lluviosa (Alitzel Guzmán Huerta, agosto 2017).

Foto 2. Izquierda: Instrumentación meteorológica instalada en la reserva La Cortadura a una altura de 2180 msnm (Lyssette Muñoz Villers, 2005). Derecha: Pluviómetro instalado cerca de la cascada La Granada a una altura de 1450 m snm (Alitzel Guzmán Huerta, 2015).

Foto 3. Izquierda: Instrumentación en microcuenca de bosque mesófilo de montaña en la reserva La Cortadura, Coatepec. Derecha: Medición de caudal en Río Gavilanes (Lyssette Muñoz Villers, 2005 y 2015).

Foto 4. Bosque mesófilo de montaña conservado en la reserva La Cortadura, Coatepec. Los bosques montanos y su suelo son guardianes del agua que consumimos (Lyssette Muñoz Villers, 2005).