Dos moscas invasoras amenazan la producción de higo en Veracruz

Rafael Ortega y Rodrigo Lasa

Las especies invasoras de insectos son un gran problema ambiental con el que actualmente tienen que lidiar la mayor parte de los países del mundo. Una vez que estas especies se establecen en su nuevo entorno, su expansión hacia regiones aledañas va a depender de la movilización de plantas o frutos infestados y de la presencia en estos lugares de las plantas hospederas en los que puedan desarrollarse. Si las condiciones ambientales son óptimas, la ausencia de enemigos naturales (los depredadores y parásitos naturales del insecto) generalmente favorece el desarrollo de las plagas e incrementa los daños económicos sobre los cultivos que infestan.

Dos moscas invasoras, la mosca africana del higo, Zaprionus indianus Gupta (Diptera: Drosophilidae) (Foto 1), y la mosca del vinagre de las alas manchadas, Drosophila suzukii (Matsumura) (Diptera: Drosophilidae) (Foto 2) ya habían sido detectadas anteriormente en las cercanías de Xalapa a donde posiblemente llegaron accidentalmente en fruta contaminada. Ambas moscas atacan a frutas suaves, como frambuesa, zarzamora, fresa, mora y arándano. Afortunadamente, debido a la ausencia de cultivos de frutas suaves, estas especies no generan un impacto económico importante en la región de Xalapa. No obstante, estas moscas invasoras ya se han expandido por diferentes regiones del estado y actualmente están presentes en algunas áreas de producción de frutas suaves, como es el caso del municipio de Tatatila, el principal productor de higo en el estado de Veracruz. Una prospección realizada en este cultivo en 2020, pone de manifiesto que ambas especies de moscas invasoras están ya presentes en esta zona, aunque los daños económicos ocasionados sobre higo son todavía incipientes.

Las hembras de D. suzukii (Foto 2a), una mosca nativa del sureste de Asia que recientemente ha invadido Europa y América, están caracterizadas por tener un ovipositor con forma de sierra que les permite perforar la fruta para poner sus huevos (Foto 3). Los machos están caracterizados por dos puntos negros en las alas, de ahí su nombre común de mosca del vinagre de las alas manchadas (Foto 2b). Aunque dañan principalmente frutos suaves estas moscas también tienen la capacidad de infestar otros tipos de fruta, como la pera, manzana, durazno o el higo, comúnmente cultivados en la región de Tatatila.

La mosca africana del higo, Z. indianus, nativa del sur del Sahara en África, infesta principalmente frutos dañados cuando estos ya se han caído al suelo por lo que no suele generar problemas económicos. Sin embargo, esta especie de mosca, que ya está presentes en casi toda América tras su entrada por Brasil hace dos décadas, están catalogadas como una plaga de importancia económica para algunas variedades de higo y recientemente ha sido reportada generando daños económicos en higo de exportación en los estados de Puebla y Morelos. En realidad, el higo es una infrutescencia que tiene sus flores en el interior y al que los polinizadores acceden por una pequeña abertura de la base llamada ostiolo (Foto 4a). Las hembras de Z. indianus se introducen por este orificio y ahí depositan sus huevos en el interior, depreciando comercialmente la fruta.

La región de Tatatila, Ver., cuenta actualmente con más de 300 productores de higo cuya producción sirve de sustento para muchos de los habitantes de esta región. El municipio está caracterizado por un clima templado húmedo con temperaturas promedio de 20 ºC y con inviernos templados y lluvias durante todo el año, condiciones que son ideales para el desarrollo de poblaciones de D. suzukii. En el caso de Z. indianus, esta mosca prefiere climas más cálidos, aunque también puede adaptarse a climas más fríos, tal y como ha sido verificado en otras regiones de nuestro estado.

De las muestras de higo colectadas en la región en 2020, aproximadamente un 50% de los frutos de higo recolectados de la planta resultaron estar infestados con D. suzukii. Además, varios adultos de esta especie fueron recolectadas ovipositando directamente en campo sobre la superficie de los higos. Asimismo, Z. indianus emergió directamente en algunos higos recolectados de la planta, aunque fue más abundante en higos dañados recogidos del suelo. La mayoría de las variedades de higo que se cultivan en este municipio tienen el ostiolo cerrado (Foto 4 b, c), una característica que dificulta la infestación por esta mosca africana. Las condiciones climáticas de la región no son muy aptas para altos niveles poblacionales de Z. indianus, mientras que el clima templado si puede favorecer que D. suzukii acabe siendo un problema mucho más serio en este cultivo en los próximos años.

Con la finalidad de determinar el potencial dañino de estas plagas en higo, estudios futuros deberán encaminarse a medir la dinámica poblacional de las mismas en la región, así como determinar su capacidad real de infestación según los diferentes niveles de maduración de los frutos.

 

Pies de foto

Foto 1. (slider) Tres ejemplares de la mosca Africana del higo, Zaprionus indianus, merodeando el ostiolo de un fruto. (Foto: R. Lasa)

Foto 2. Hembra (a) y macho (b) de la mosca del vinagre de las alas manchadas, Drosophila suzukii, sobre la superficie de un fruto de higo. (Foto: R. Lasa)

Foto 3. Huevos de D. suzukii insertados sobre la superficie madura de un fruto de higo. (Foto: R. Lasa)

Foto 4. Frutos de higo de la región de Tatatila, Ver., con el ostiolo abierto (a) o cerrado (b,c), una característica determinante para la infestación por Zaprionus indianus. (Foto: R. Lasa)