Cucarachones de agua

Daniel Reynoso-Velasco y Rodolfo Novelo-Gutiérrez

e dan a conocer algunas generalidades del grupo de las chinches acuáticas de la familia Belostomatidae, las cuales incluyen aspectos relacionados con el número de especies a nivel mundial y en México, la biología del grupo y su importancia para el hombre.

Palabras clave: insectos acuáticos, chinches, cucarachones.

Los insectos son los seres vivos más exitosos del planeta, el grupo cuenta con un poco más de un millón de especies descritas y se calcula que esto solo representa el 20% del total de especies existentes.  En general, los insectos pueden ser clasificados como terrestres, semiacuáticos y acuáticos; estos últimos habitan una gran variedad de cuerpos de agua (en su mayoría de agua dulce), incluyendo: charcas temporales, lagos, ríos, zonas intermareales, aguas termales, entre otros.

Las chinches acuáticas (infraorden Nepomorpha), con cerca de 2,500 especies a nivel mundial, son un grupo de insectos del orden Hemiptera donde un gran número de especies pasa la mayor parte de su ciclo de vida bajo el agua.  Al interior del grupo se encuentran los cucarachones de agua o chinches acuáticas gigantes, quienes son miembros de la familia Belostomatidae (Figura 1).  Cabe señalar que aunque estos insectos son acuáticos, presentan alas bien desarrolladas y funcionales que les permiten volar cuando por algún motivo se encuentran fuera del agua (Figura 2C).

A nivel mundial la familia Belostomatidae incluye cerca de 150 especies descritas en dos subfamilias (Belostomatinae y Lethocerinae).  La mayor diversidad del grupo se encuentra presente en el Nuevo Mundo, en donde se han registrado cerca de 100 especies, 90 de ellas en la zona Neotropical.  Actualmente se sabe que en México se distribuyen al menos 23 especies (Figura 2).  La subfamilia Belostomatinae está representada en el país por dos géneros y 17 especies: Abedus Stål (11 especies y una subespecie) y Belostoma Latreille (seis especies y una subespecie); mientras que la subfamilia Lethocerinae está representada por dos géneros y seis especies: Benacus Stål (una especie) y Lethocerus Mayr (cinco especies).  En este último género es donde se encuentran las chinches de mayor tamaño.

Estos insectos son de color café, tienen una forma ovalada o elíptica y son aplanados dorsoventralmente.  Son los más grandes dentro del grupo de las chinches verdaderas (suborden Heteroptera), llegando a medir hasta 12 centímetros de largo.  Las especies más pequeñas miden un centímetro.  El primer par de patas está modificado para capturar y retener a sus presas, mientras que las patas del segundo y tercer par están aplanadas y ayudan en el nado.  Estas chinches generalmente se alimentan de pequeños invertebrados; sin embargo, son capaces de capturar y alimentarse de presas de mayor tamaño como peces, ranas, salamandras, serpientes y aves.  Una vez que atrapa a su presa (Figura 3), el insecto inserta su pico (aparto bucal en forma de estilete) y a través del canal salival inyecta toxinas paralizantes y enzimas digestivas.  Las toxinas ayudan a inmovilizar a la presa, mientras que las enzimas se encargan de predigerir (licuar) los tejidos internos de la misma.  Una vez que los tejidos de la presa se encuentran en forma líquida, el belostomátido los succiona a través del canal alimentario del pico.

Aunque estos insectos son acuáticos, al igual que nosotros respiran el oxígeno que se encuentra en el aire de la atmósfera.  La familia se caracteriza porque sus integrantes presentan un par de estructuras alargadas y aplanadas (correas respiratorias) al final del abdomen.  Estas correas se encargan de canalizar el aire hasta el área debajo de las alas, donde entra en contacto con los espiráculos, que son los orificios pares en el cuerpo del insecto que permiten la entrada de oxígeno y salida de dióxido de carbono durante la respiración.  Es muy común encontrar a estos insectos asociados a los márgenes del cuerpo de agua donde habitan, generalmente colgando de la vegetación sumergida, donde extienden las correas en dirección posterior, hacia la superficie del agua, para poder respirar (Figura 1).  Las chinches acuáticas pueden permanecer bajo el agua por varios minutos; para ello, utilizan la burbuja de aire almacenada debajo de las alas.  Esta burbuja cumple la misma función que el tanque de oxígeno de un buzo, el insecto puede nadar con ella por un determinado tiempo, después del cual debe acercarse a la superficie para reabastecer la burbuja.

Una característica particular de la familia Belostomatidae es que en este grupo los machos de las distintas especies se encargan del cuidado de los huevos (cuidado parental).  Las hembras de la subfamilia Belostomatinae depositan y adhieren sus huevecillos en el dorso de los machos (Figura 4), mientras que las de la subfamilia Lethocerinae los adhieren a la vegetación emergente, justo por encima del nivel del agua.  Una vez que esto sucede, los machos de ambas subfamilias se encargan de mantener las condiciones apropiadas de oxigenación y humedad para los huevos, así como de ahuyentar a los posibles depredadores.  Este cuidado, el cual significa una inversión energética por parte del macho, incrementa la probabilidad de superviviencia de la progenie.

Aunque estas chinches acuáticas no tienen una importancia económica directa para los humanos, el hecho de ser depredadoras hace que influyan de manera indirecta en la salud humana.  Algunas enfermedades humanas son transmitidas por mosquitos, ejemplos de ellas son el paludismo, dengue, zika y chikungunya, entre otras.  Los estados inmaduros de los mosquitos (larvas) se desarrollan en ambientes acuáticos, donde son presas de los belostomátidos.  Al alimentarse de estas larvas, las chinches acuáticas regulan el tamaño de las poblaciones de mosquitos (importancia ecológica), beneficiando así la salud humana al reducir el número de mosquitos.  También es importante destacar que algunas especies de Belostomatidae son consumidas como parte de la dieta diaria en países del sureste asiático.  Por ejemplo, la especie Lethocerus indicus (Lepeletier y Serville), la cual llega a medir hasta siete centímetros de largo, es regularmente consumida en países como Tailandia y Vietnam (Figura 5). México tiene una larga tradición en el consumo de insectos y no podían faltar algunos cucarachones de agua. En el municipio de Ixtlahuaca, Estado de México, se acostumbra consumir ejemplares del género Belostoma.

 

Pies de figuras

Fig 1. Cucarachón de agua del género Abedus Stål en su ambiente natural. Esta es la posición en la que comúnmente se encuentra a estos insectos, con la parte posterior del cuerpo tocando la superficie del agua para poder respirar el aire atmosférico. Autor: Daniel Reynoso-Velasco.

Fig 2. Ejemplo de algunas especies de Belostomatidae presentes en México. A) Belostoma subspinosum cupreomicans (Stål), B) Abedus breviceps Stål, C) Lethocerus collosicus (Stål). Esta última es la especie de mayor tamaño en México, la cual alcanza los 8.5 centímetros de longitud. Barra de escala = 1 cm. Autor: Daniel Reynoso-Velasco.

Fig 3. Chinche acuática de la especie Abedus stangei Menke alimentándose de una larva de escarabajo. Flecha señala el pico (aparato bucal) de la chinche. Autor: Daniel Reynoso-Velasco.

Fig 4. (slider) Chinche acuática macho de la especie Abedus stangei Menke con una puesta de huevos en la parte dorsal del cuerpo. Autor: Daniel Reynoso-Velasco.

Fig 5. Ejemplares de la especie Lethocerus indicus (Lepeletier y Serville) a la venta para consumo humano en un mercado de Tailandia.  Autor desconocido (Fotografía tomada de Internet).