Moscas de las flores y su contribución al control de pulgones

Rodrigo Lasa

Las moscas de las flores (Diptera: Syrphidae), comúnmente llamados sírfidos, es un grupo de moscas coloridas de pequeño y mediano tamaño que comúnmente suelen verse posadas en las flores (Foto 1). Su llamativa tonalidad del abdomen, con segmentos de color amarillo combinado con negro o marrón, hace que sean mayormente confundidas con avispas o abejas cuando son observadas en las flores, a las que llegan para alimentarse de néctar y polen.

Los adultos son conocidos principalmente por su implicación en los procesos de polinización, sin embargo, su efectividad polinizadora es menor a la de las abejas, debido a la ausencia de adaptaciones corporales para retener el polen, la cual compensan muchas veces con una alta tasa de visitas. Los adultos tienen una extraordinaria habilidad de vuelo, pudiendo muchas veces permanecer suspendidos de manera inmóvil sobre las flores como si fueran “mini-drones” y tienen la capacidad de moverse de manera muy rápida en una determinada dirección sin la necesidad de girar su cuerpo. 

Esta gran familia de moscas cuenta con cerca de 6000 especies diferentes en el mundo, aunque no han sido muy estudiadas en México y solo unas 335 especies de este grupo han sido descritas en nuestro país. La mayoría de las moscas de las flores son consideradas especies benéficas y de gran importancia para los agroecosistemas no solo por su contribución a la polinización, sino también, porque favorecen procesos de descomposición de materia orgánica y el control biológico de plagas.

Desde el punto de vista agronómico, un grupo importante de estas moscas de las flores son llamadas sírfidos afidófagos, es decir, sírfidos que comen pulgones (Foto 2), una importante plaga de la mayoría de los cultivos hortícolas y plantas ornamentales. Las hembras de este grupo de sírfidos afidófagos ponen sus huevos en las colonias incipientes de pulgones. Cuando las larvas emergen, comienzan a depredar los pulgones para desarrollarse (Foto 3), actuando como un importante enemigo natural de esta plaga. Dependiendo de la especie de sírfido, una hembra puede poner entre 400-1000 huevos, y cada una de las larvas que emerge pueden consumir entre 200 y 1000 pulgones a lo largo de su desarrollo larvario, que generalmente dura entre 1 y 2 semanas. Este consumo voraz de pulgones nos da una idea de su potencial para controlar este tipo de plaga. Además, en ausencia de pulgones, las larvas también pueden consumir otros pequeños insectos plaga como cochinillas, moscas blancas o incluso trips. Los adultos no abandonan el cultivo si hay presencia de flores, lo que favorece el control de la plaga a largo plazo. 

Por su importante desempeño como organismos de control biológico natural, en Europa, tres especies de moscas de las flores son producidas de manera masiva para su venta y liberación para el control de pulgones en cultivos hortícolas y ornamentales, tanto al aire libre como en invernadero. Estas especies son: Episyrphus balteatusSphaerophoria rueppellii y Eupeodes corolla. Todas tienen relativamente un rápido desarrollo y una alta capacidad de depredación a temperaturas entre 15 y 25 °C, siendo S. rueppellii efectiva incluso a temperaturas superiores.  Los individuos son liberados sobre las plantas del cultivo para que comiencen el control sistemático de los pulgones. Estos insectos se venden a los agricultores en diferente formato, bien en botellas de 100 ml que contienen 100 pupas con sustrato de las que emergerán los adultos (Foto 4), o mediante la venta de brotes de cebada, llamadas “banker plants” que contienen 500, 1000 o 10,000 huevos. Dependiendo de las necesidades que haya de control, pueden utilizarse a una concentración de 500 adultos por hectárea a nivel preventivo o bien a concentraciones superiores de unos 25-50 huevos por cada foco de infección de pulgones. Dado que son insectos vivos, una vez recibidos, se aplicarán en el cultivo en un lapso no mayor a 24- 48 horas y durante este tiempo de espera deberán permanecer almacenados a 8-10 °C.  Estos productos han sido testados de manera efectiva en varios cultivos hortícolas como fresa, pepino, pimiento, sandía y también en plantas ornamentales.

En México, no existen todavía especies de sírfidos afidófilos disponibles comercialmente, pero sin duda es un importante nicho de investigación y desarrollo. Varias de las especies de sírfidos identificados en México como Allograpta exotica,Pseudodoros clavatus o especies de los géneros Ocyptamus y Toxomerus (Sarmiento-Cordero et al. 2010), así como Eupeodes americanus y Sphaerophoria spp. (en EEUU), han sido descritas en la bibliografía como importantes especies depredadoras de pulgones. No obstante, falta más investigación en esta temática para identificar y seleccionar candidatos autóctonos que permitirían reducir la aplicación de insecticidas y de esta manera, contribuir a la transformación de un sector productor para que utilice estrategias de control de plagas ambientalmente más responsables y seguras para los productores y consumidores. 

 

Referencias

  • Sarmiento-Cordero, M., Ramirez-García, E., Contreras-Ramos, A. 2010. Diversidad de la familia Syrphydae (Diptera) en la Estación de Biología de “Chamela”. Duguesiana, 17(2), 197-207.

 

Pie de fotos

Foto 1. Un adulto de sírfido posado sobre una flor (Foto: Michael Drummond, Pixabay). 

Foto 2. Colonia de pulgones en un brote vegetal (Foto: Kees Koertshuis, Pixabay).

Foto 3. Una larva de Eupeodes americanus depredando un pulgón (Foto: Beatriz Moisset, https://bugguide.net/user/view/667).

Foto 4. Bote comercial de venta de 100 pupas de Eupeodes corolla para su uso en el control de pulgones en cultivos hortícolas. (Foto del portal de venta de la empresa Biobest® Sustainable Crop Management, www.biobestgroup.com).