Celacanto: volviendo de la extinción

Alberto Rísquez Valdepeña

 

Artículo publicado en el Portal Comunicación Veracruzana el día 15 de febrero 2021

¿Fósil viviente? ¿eslabón perdido?

Los Celacantos, fueron descritos por primera vez en 1836 por el naturalista Louis Agassiz a partir de un pez fósil, el origen del nombre fue Coelacanthus (en griego, "espina hueca"). Desde ese descubrimiento han aparecido los fósiles de unas 125 especies de celacantos, que datan de entre 400 a 66 millones de años, durante el Cretácico.

Ahí desaparecen del registro fósil y por lo tanto se cree que se extinguieron hace aproximadamente 65 millones de años, durante la gran extinción donde desaparecieron los dinosaurios. A partir de este hallazgo los celacantos (Imagen 1) fueron conocidos exclusivamente a partir de su registro fósil, que abarca desde el Devónico Temprano hasta el Cretácico Tardío.

Pero increíblemente, casi 100 años después de las descripciones de Agassiz, en 1938, frente a las costas de Sudáfrica, fue capturado un celacanto ¡vivo! en el barco pesquero Nerie, este descubrimiento fue realizado por Marjorie Courtenay-Latimer (de ahí el nombre que se le dio a la especie: Latimeria), curadora del Museo de East London de Sudáfrica, quien fue llamada por el gerente de la pesquera y, fue apoyada por el ictiólogo también sudafricano James Leonard Brierley Smith (Imagen 2). Este hecho impactó fuertemente al mundo científico y desencadenó un gran interés en cómo encajar a este extraño pez de aletas lobuladas en la evolución de los animales terrestres. Es muy interesante ver cómo estas aletas se mueven como patas, en forma alternada, como lo hacen los vertebrados terrestres. Smith hizo un folleto que circuló a lo largo de las costas africanas, ofreciendo una recompensa de 100 libras esterlinas para quien encontrara un segundo ejemplar de Celacanto, lo cual sucedió en las islas Comoras en 1952 y a la fecha se han encontrado más de 200 ejemplares.

Solamente se conocen dos especies vivas de celacantos: 

Latimeria chalumnae y Latimeria menadoensis

La primera habita cerca de las Islas Comoras, frente a la costa oriental de África, y la segunda en las aguas de Sulawesi, en Indonesia. 

Antes del descubrimiento, se consideraba que los celacantos constituían un orden prehistórico de peces óseos. Una línea alterna que nos llevaba al ancestro común de todos los tetrápodos, incluido el ser humano.

En 1997, en la costa de Sulawesi, en aguas de Indonesia, se capturaron nuevos ejemplares, muy lejos del océano Índico y las islas Comoras, en las que habían pescado los peces sudafricanos. Con un análisis genético se comprobó que se trataba de dos subespecies distintas las cuales se diferenciaron entre sí hacía millones de años. Para ello se registraron las mediciones morfológicas y el recuento de rayos de las aletas de estos últimos peces. (Imagen 3.) Al comparar estas medidas y datos merísticos (La merística es un área de la ictiología que se relaciona con el recuento de características cuantitativas de los peces, como el número de aletas o escamas.) con los registrados para los especímenes de Comoras de Latimeria chalumnae (Imagen 3) muestra que el presente espécimen tiene una alometría similar, pero detalles diferentes consistentes, por lo cual se clasificó como Latimeria menadoensis.

 

  • Peces óseos pertenecientes a la línea de los Sarcopterigios.
  • Longitud: 2 metros.
  • Peso: entre 52 y 80 kg.
  • Ubicación: Frente a las costas de Sudáfrica, India e Indonesia a 700 metros de profundidad.
  • Alimentación: basada en la ingesta de otros peces.

 

Pies de foto

Imagen 1. (slider) Celacanto - Latimeria Chalumnae    Autor:Alessandro Zocchi.

Imagen 2. Descubrimiento de Marjorie Courtney-Latimer, aparece James L.B. Smith.

Imagen 3. Latimeria en Indonesia   Autor: Mark Erdmann.

Imagen 4. Latimeria Chalumnae.  Autor: Mundo animal.

 

Referencias

  • EK Balon, MN Bruton, H Fricke - 1988 – Springer. Una reflexión del cincuentenario sobre el celacanto vivo, Latimeria chalumnae: algunas nuevas interpretaciones de su historia natural y estado de conservación. Environ Biol Fish 23, 241–280 (1988).
  • Forey, P. L. “Latimeria: A Paradoxical Fish.” Proceedings of the Royal Society of London. Series B, Biological Sciences, vol. 208, no. 1172, 1980, pp. 369–384. JSTOR, www.jstor.org/stable/35433. Accessed 5 nov. 2020.
  • Forey, P. L. “The Coelacanth Fish: Progress and Prospects.” Science Progress (1933- ), vol. 74, no. 1 (293), 1990, pp. 53–67. JSTOR, www.jstor.org/stable/43423876. Accessed 5 nov. 2020.
  • Fricke, Hans. “Living Coelacanths: Values, Eco-Ethics and Human Responsibility.” Marine Ecology Progress Series, vol. 161, 1997, pp. 1–15. JSTOR, www.jstor.org/stable/24859008. Accessed 5 nov. 2020.