Revistas científicas del INECOL: de Xalapa para el mundo

Patricia Mayoral Loera, Ivonne Zavala García y Emmanuel Pérez-Calix

Las revistas científicas tienen su origen en 1665 y su publicación ha perdurado, con modificaciones y mejoras, hasta nuestros días. El Instituto de Ecología, A.C. (INECOL) es la institución editora de tres de ellas: Acta Botanica Mexicana, Acta Zoológica Mexicana y Madera y Bosques.

Las tres revistas les dan visibilidad a los descubrimientos que los científicos de México y otras partes del mundo generan a través de sus investigaciones. Igual que la revista pionera Philosophical Transactions, las revistas del INECOL han tenido modificaciones desde que fueron fundadas y han dejado el papel para publicarse solo en formato electrónico. Todas ellas han tenido cambios y mejoras a través de los años y visibilizan importantes contribuciones producto de la ciencia que se genera en nuestros días.

Fig 1. Primera portada de Philosophical Transactions <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki

 

Palabras clave: primera revista científica, publicación científica, revistas mexicanas

Cerca de nueve mil kilómetros en línea recta separan a las ciudades de Londres, Inglaterra —cuna de la primera revista científica Philosophical Transactions (Fig. 1) de la de Xalapa, México —ciudad donde tres revistas científicas mexicanas tienen su sede editorial—, y cerca de 350 años han pasado desde la fundación de este tipo de publicaciones, hasta nuestros días. Este par de relevantes acontecimientos nos generan las siguientes preguntas: ¿será que Henry Oldenburg, editor fundador de Philosophical Transactions, pensó en que algún día tendría algo en común con esta ciudad Veracruzana?, ¿su tarea como editor fue la misma que la que tienen actualmente los editores?, ¿para qué sirven y por qué aún hay revistas científicas?

Una aportación actual y relevante de la ciencia, que todos podemos reconocer, es la que se ha dado durante el último año y medio, con motivo de la pandemia provocada por el virus SARS-COV2. La generación de varias vacunas, el conocimiento de cómo se transmite el virus y el reconocimiento de sus múltiples variantes, son ejemplo de ello. Aunque la mayoría de nosotros obtuvimos esta información de nuestro celular, televisión, radio, programas de noticias o periódicos como este, la información a la que se hace referencia fue previamente publicada en revistas que pocos conocemos. 

Esas publicaciones se denominan revistas científicas y tienen su origen en el Siglo XVII. Philosophical Transactions es considerada la pionera en su tipo y sorprendentemente continúa publicándose. Su editor fundador es Henry Oldenburg, un entusiasta maestro en teología que sabía latín, griego, hebreo, lógica, retórica … ¡entre muchas otras cosas! Era una persona culta y bastante preparada. Esa característica la conservan los editores de hoy en día. Para poder ser editor es necesario tener una sólida y basta preparación académica, entre muchas otras cualidades. Actualmente, a diferencia de lo que ocurría con las primeras revistas científicas, es utilizado un procedimiento denominado “revisión por pares” en donde otros científicos de la misma disciplina “ayudan” al editor a evaluar los procesos y resultados de las investigaciones que se someten en las revistas, y juntos deciden la pertinencia de su publicación.

Fig 2. Evolución de las portadas de las revistas del INECOL

 

Esto sucede con los editores que trabajan en el Instituto de Ecología, A.C. (INECOL). Ellos se encargan de administrar editorialmente tres revistas científicas (Fig. 2): Acta Botanica Mexicana, Acta Zoológica Mexicana y Madera y Bosques. Las tres constituyen un importante acervo de información científica de calidad generada en México y en otras partes del mundo (Fig. 3). Aunque resulta poco probable que en alguna de esas tres publicaciones se de información referente al SARS-COV2, sus contenidos no dejan de ser relevantes. Por ejemplo, en Acta Botanica Mexicana se han dado a conocer casi 300 especies nuevas de plantas y hongos y tres géneros, desde su fundación en 1988 hasta septiembre de 2021, lo que la convierte en la revista mexicana de botánica en la que más especies nuevas se han publicado. Acta Zoológica Mexicana, por su parte, es la revista más antigua del INECOL, pues se fundó en 1984, y publica temas de Comportamiento, Ecología, Evolución, Fisiología, Genética, Morfología, Sistemática, Taxonomía y Zoogeografía de fauna terrestre. Madera y Bosques, por otro lado, vio la luz en la primavera de 1995, y se especializa en publicar los resultados de las investigaciones científicas y tecnológicas relacionadas con los productos forestales, manejo y conservación de los bosques, y temas de ecología forestal y afines.

Fig 3. Sobre la imagen de Andrea Piacquadio tomada de Pexels se muestra el país de adscripción de los autores que publican en A: Acta Botanica Mexicana, B: Acta Zoológica Mexicana, C: Madera y Bosques. Fuente: Redalyc.org

 

Cada revista tiene su propia temática y normas de publicación, por lo que los autores deben tener claros sus objetivos; sin embargo, todas son de acceso abierto y gratuito, lo que significa que cualquier persona con conexión a internet puede consultar en línea sus instrucciones para autores y sus contenidos descargarlos sin costo, sin registro y sin tener que pedir autorización. Aunque en un inicio las tres publicaciones se imprimían y distribuían al interior de la República Mexicana y al extranjero, en la actualidad se publican en formato electrónico (Fig. 4) en formatos PDF y XML, por lo que pueden ser consultadas desde cualquier parte del mundo desde el celular, tableta o computadora.

Probablemente Henry Oldenburg estaría sorprendido de saber que a kilómetros de distancia de su ciudad y muchos más años después de la fundación de la primera revista científica que él dirigió, existen situaciones, circunstancias y actividades que lo hermanan con el INECOL: la edición de revistas científicas.

 

Direcciones electrónicas en donde pueden encontrar las revistas del INECOL