Las moscas: un grupo de insectos megadiverso

Sergio Ibáñez-Bernal, Liliana Trujillo-Pahua, Frida Bello, Yeraldi Guillén Rodríguez y María Teresa Suárez-Landa

Las moscas del orden Diptera, son insectos megadiversos ya que se han descrito más de 159,051 especies en todo el mundo. Dicha diversidad de especies se refleja en las formas de vida y hábitos de alimentación, siendo un grupo indispensable para el funcionamiento de los ecosistemas. Se requiere fomentar su estudio en México ya que han sido poco estudiados en gran parte del territorio.

Palabras clave: Diptera, diversidad, hábitos alimentarios, México

Los insectos constituyen el grupo de animales más diverso del planeta con alrededor de un millón de especies nombradas, aunque se estima que deben existir alrededor de 5.5 millones de especies, lo que implica que faltan por describirse alrededor del 80%. Dentro de este grupo, los escarabajos (Coleoptera), las moscas y mosquitos (Diptera) y las avispas, hormigas y abejas (Hymenoptera) son los grupos más diversificados en este orden de importancia (Stork 2018).

Las moscas y mosquitos, por referirnos a ellos por los nombres más utilizados, pertenecen al orden Diptera (= dos alas), que como su nombre lo indica, se caracterizan por ser insectos con el primer par de alas membranoso y el segundo par modificado para conformar órganos sensoriales muy útiles durante el vuelo. Otra característica de los dípteros adultos es que las piezas bucales están adaptadas para alimentarse de líquidos (si el alimento es sólido, la saliva pre-digiere el alimento para poder ser succionado). Su gran éxito evolutivo, se debe en parte a que las larvas, que son los estados de desarrollo juveniles, se alimentan de recursos diferentes al de los adultos de su propia especie, pudiendo hacerlo de materiales orgánicos sólidos.

Los dípteros se encuentran en todas partes del mundo, con excepción de los polos, altas montañas con nieves perpetuas y el mar abierto. Son conocidos por todas las personas principalmente por aquellas especies que interactúan negativamente con el humano al alimentarse de su sangre o la de sus animales domésticos (mosquitos, chaquistes, jejenes, tábanos), por aquellas que aprovechan los alimentos o los desechos orgánicos en las viviendas o sus alrededores (moscas carroñeras, moscas metálicas, moscas caseras) o por aquellas que constituyen plagas a los cultivos agrícolas (moscas de la fruta, moscas del fermento, agallas de plantas). No obstante, el número de especies perjudiciales es muy limitado en comparación con la gran cantidad de especies que, por el contrario, son extremadamente benéficas y podría decirse indispensables para el adecuado funcionamiento de los ecosistemas de los cuales depende la vida en la Tierra.

Tan variados son los hábitos y formas de vida como el número de especies de dípteros. Las larvas pueden alimentarse desde material orgánico en descomposición, bacterias y otros microorganismos, alimentarse de tejidos de hongos y plantas, depredar otros insectos y artrópodos varios pueden ser parásitos de anfibios, reptiles, aves y mamíferos, tanto en el agua como en la tierra. Por su parte, los adultos pueden no alimentarse y sobrevivir con las reservas obtenidas por la alimentación de las larvas, ingerir materia orgánica en descomposición (detritos de plantas, excrementos, cadáveres), sustancias azucaradas (néctar, exudados de frutos), ser depredadores de arácnidos y otros insectos, o alimentarse de la sangre de animales vertebrados, en la superficie de los cuerpos de agua y en la tierra y el aire, tanto de día como en la noche. 

Debido a sus hábitos alimentarios tan variados y a que se encuentran en prácticamente todos los ambientes, los dípteros son importantes tanto en un sentido benéfico como en el aspecto nocivo. Desde el punto de vista benéfico, la mayoría de dípteros: 1) Reciclan e incorporan la materia orgánica en descomposición a los ciclos bioenergéticos; 2) Regulan las poblaciones de otros animales; 3) Controlan poblaciones de insectos que pudieran constituir plagas a los cultivos; 4) Son polinizadores efectivos de gran cantidad de plantas; 5) Constituyen alimento para muchas especies de animales insectívoros (por ejemplo, arañas, insectos, peces, anfibios, reptiles, aves, mamíferos), aportando gran cantidad de biomasa debido a la abundancia de sus poblaciones a pesar del tamaño pequeño de los individuos; 6) Son indicadores de biodiversidad y de calidad de los ecosistemas; 7) Han sido indispensables para el desarrollo de la genética y otras ciencias; 8) Han sido utilizados en ciencias forenses.

Desde el punto de vista perjudicial, un porcentaje comparativamente pequeño de dípteros: 1) Constituyen plagas de cultivos hortícolas, cultivos de hongos y afectan la apicultura; 2) Son molestos por su presencia; 3) Pueden invadir productos para la alimentación humana en cocinas y almacenes además de contaminarlos; 4) Algunas especies que se alimentan de sangre acosan al ganado y no les permiten alimentarse adecuadamente; 5)  Pueden infestar tejidos de vertebrados; 6) Pueden transmitir patógenos causantes de enfermedad.

A pesar de la importancia que tienen los dípteros, aun existen amplias áreas geográficas del mundo en el que no se han realizado inventarios faunísticos de dípteros. México no es la excepción, ya que el último catálogo de dípteros de México realizado en el 2014 arrojó un total de 6,157 especies válidas de 127 familias (Ibáñez-Bernal 2014), estimándose que deben de existir al menos entre 15 y 30 mil especies. De las familias registradas en México, podría mencionarse que las más estudiadas son las que incluyen a los mosquitos zancudos (familia Culicidae), a los chaquistes de río (familia Simuliidae) debido a su importancia en la transmisión de patógenos a los vertebrados, y a las moscas de la fruta (familia Tephritidae) por su interés agrícola, pero todas las demás requieren ser estudiadas mediante inventarios faunísticos bien estructurados durante periodos anuales completos en gran parte del territorio. 

Debe tenerse en cuenta que de esas 6,157 especies reconocidas en México solo se ha documentado sus características morfológicas asociándolas a su nombre científico, pero que de la gran mayoría se desconocen sus estados de desarrollo, su biología, sus requerimientos ambientales, sus interacciones con otros organismos, su distribución, su papel en los ecosistemas y su importancia directa o indirecta para la sociedad.

El estudio de este grupo de insectos debe ser fomentado en México ya que además de tratarse de un grupo megadiverso, tiene amplio interés por sus servicios ecosistémicos y por la interacción benéfica o nociva de algunas especies con el humano o sus intereses.

 

Referencias citadas

  • Ibáñez-Bernal, S. 2017. Actualización del Catálogo de Autoridades Taxonómicas de los Dípteros (Diptera: Insecta) de México. Instituto de Ecología AC. Red Ambiente y Sustentabilidad. Informe final-SNIB-CONABIO proyecto JE006. Ciudad de México. En línea: http://www.conabio.gob.mx/institucion/proyectos/resultados/InfJE006.pdf
  • Stork, N.E. (2018) How Many Species of Insects and Other Terrestrial Arthropods Are There on Earth? Annual Review of Entomology, 63, 31-45.