Contando animales

Eva López Tello Mera

Artículo publicado en el Portal Comunicación Veracruzana el día 30 de noviembre 2021

El conteo de animales es importante para poder realizar acciones que nos permitan aumentar el número de individuos de una especie en peligro de extinción y/o evaluar si las acciones de conservación que realizamos están funcionando. Los conteos se pueden hacer de forma directa o indirecta, usando diferentes herramientas, como transectos, trampas y cámaras trampa.

Palabras clave: conteo de mamíferos, trampas

En el mundo existen aproximadamente 7000 especies animales en peligro de extinción –en México 760- algunas más ya han desaparecido, según el reporte 2018 de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés). Para tener estos índices, científicos de todo el mundo realizan investigaciones basadas en una de las metodologías básicas para tener información de cómo están las poblaciones animales en los ecosistemas: contar animales. 

Este conocimiento sirve para realizar acciones que nos permitan aumentar el número de animales, si están en peligro de extinción y/o evaluar si las acciones de conservación que realizamos están funcionando. Un ejemplo, es el proyecto “Censo Nacional del jaguar”, en el que varios especialistas de diferentes universidades y organizaciones no gubernamentales se han dedicado, desde el 2007, a contar cuántos jaguares hay en México debido a que está en peligro de extinción y quieren ayudar a su conservación.

Podemos contar cualquier tipo de animal, pero en esta ocasión solo hablaremos de cómo contar animales peludos de cuatro patas (a los que llamamos mamíferos) que viven en la selva o el bosque, como pumas, coyotes, venados. Por extraño que parezca, los conteos se pueden hacer de forma directa o indirecta, es decir cuando vemos a los animales y también cuando no los vemos. 

Cuando cuentas animales que viven en un área muy extensa, es imposible contarlos a todos porque algunos caminan mucho y otros se esconden. Entonces tomamos una muestra, es decir, solo contamos a unos cuantos individuos de toda la población. 

 

Conteos directos 

Los conteos directos se utilizan cuando podemos ver fácilmente a los animales en vida libre y también cuando podemos capturarlos. Existen diferentes formas de hacerlos, las más utilizadas son los recorridos en línea recta (científicamente llamados transectos), trampas y cámaras-trampa.

Los transectos se hacen sobre una línea recta imaginaria en la que vas contando los animales que ves. Los puedes hacer caminando, en auto o helicóptero. El largo del recorrido dependerá del animal que quieres contar. Por ejemplo Salvador Mandujano, investigador del Instituto de Ecología A.C., hizo un estudio en 2009 para saber aproximadamente cuántos venados había en la selva de Chamela, Jalisco y para lograrlo hizo recorridos de 6 a 11 km. ¡En un solo transecto llegó a ver hasta 24 venados!

Las trampas se utilizan para capturar diferentes animales pequeños y medianos, como ratones, zorras o tlacuaches. Dependiendo del tamaño del animal hay trampas pequeñas (como las llamadas Sherman) y trampas grandes (como las llamadas Tomahawk). Para que los animales entren a las trampas les ponemos comida con un olor delicioso, pero a diferencia de las famosas trampas de queso para ratones, éstas no lastiman a los animales.

Las cámaras-trampa sirven para tomar fotos a los animales que viven en vida libre. Las fotos son tomadas de forma automática, mediante un sensor de movimiento que es activado al ser cruzado por un animal. Estas cámaras pueden quedarse por largos periodos de tiempo en el campo ya que resisten la lluvia y el calor, también pueden tomar fotos de día y noche. 


Conteos indirectos

Cuando no podemos ver a los animales los contamos por medio de rastros (huellas, excretas, madrigueras). Al igual que en los conteos directos, existen diferentes formas de hacerlo. Las más utilizadas son los transectos y las trampas para huellas.

Los conteos de huellas y excretas, también se hacen en línea recta y para saber más o menos cuántos individuos hay, necesitamos saber cuántos kilómetros camina al día el animal que vamos a contar o cuantas veces defeca. Por ejemplo, si un venado cola blanca defeca 12 veces al día y en un recorrido encontramos 24 excretas, podemos sospechar que en ese sitio viven dos venados. 

Otra alternativa es colocar trampas para huellas, estas se pueden hacer con arena o tierra muy fina para que los mamíferos que pasen sobre ella dejen marcadas sus huellas. Después, estas huellas son colectadas por medio de fotos, moldes de yeso o parafina. Las trampas se colocan dentro de un cuadro imaginario (cuadrantes) o sobre una línea recta (transecto). Para saber más o menos cuantos animales hay, contamos el número total de huellas y lo dividimos entre la distancia que recorrimos.

Contar animales en vida libre es cansado pero satisfactorio porque no solo contribuye a la ciencia, sino también a la conservación y al aprovechamiento sustentable de los recursos.