Colecciones biológicas en el antropoceno

Andrés Ramírez-Ponce 

Artículo publicado en el Portal Comunicación Veracruzana el día 16 de diciembre 2021

Las colecciones biológicas son los acervos que resguardan la información de la biodiversidad en el planeta y registran los cambios pasados y presentes en las especies y ecosistemas, por lo que resultan de gran importancia para estudiar los efectos del hombre en el ambiente y facilitan la conservación.  

Palabras clave: biodiversidad, conservación, museos. 

 

Las colecciones biológicas son repositorios sistematizados de material biológico, resguardados principalmente en museos de historia natural, aunque también existen en universidades, centros de investigación e incluso, en domicilios particulares. 

De manera tradicional, las colecciones biológicas han servido para documentar la diversidad biológica, generar esquemas de clasificación a partir de los rasgos de los organismos y conocer los lugares donde habitan las especies. Sin embargo, en la actualidad, considerando los avances de la ciencia y la crisis ambiental, ¿Cuál es la relevancia de las colecciones biológicas?

Primero debemos de enfatizar un poco sobre qué entendemos por la diversidad biológica y su importancia. La biodiversidad es la variedad de formas de vida en el planeta, desde los genes hasta los paisajes (Fig. 1), y garantiza el equilibrio de los ecosistemas, es decir, permite que los organismos puedan existir e interactuar entre sí, y con su entorno físico (MEA, 2005). Es el resultado de más de 4 mil millones de años de evolución, por lo que es insustituible al permitir la vida en el planeta, además, nos proporciona bienes (alimento, fibras, combustibles, medicamentos, etc.) y servicios ecosistémicos (producción de oxígeno, regulación del clima, captación de agua, absorción de bióxido de carbono, polinización de alimentos, etc.), y favorece el desarrollo económico, genera empleos y nos proporciona beneficios culturales y estéticos.  

En la era geológica actual denominada Antropoceno por los impactos globales al planeta debido a la influencia humana (extinción de megafauna, agricultura global, contaminación por combustión, químicos industriales, lluvia radioactiva, etc.) (Fig. 2), la diversidad está gravemente amenazada, ya que no sólo se afectan a las especies, sino que, además, se pierde el equilibrio en la red de interacciones interespecíficas y el ambiente, que deriva en problemas actuales como calentamiento global, desastres naturales, epidemias y extinción (Meineke et al., 2018). 

Las colecciones biológicas son una fuente de información única para desarrollar estudios de diversidad, ecología y conservación, pues permite documentar los cambios históricos para entender los efectos que el hombre ha provocado al planeta (Schmitt et al., 2018) (Fig. 3 y 4), los mecanismos de las especies para adecuarse a las condiciones actuales (Castillo-Figuera, 2018; Meineke et al., 2018) y los procesos ecológicos y respuestas funcionales (Castillo-Figueroa, 2018). 

Algunos ejemplos de estudios a partir de ejemplares de colecciones biológicas incluyen estudios en: la morfología de plantas y animales, la abundancia de especies, alteración en la dieta, rutas de migración, ciclos de vida, fenología, interacciones ecológicas, estrés ambiental y procesos fisiológicos, el origen y diseminación de enfermedades, propagación de contaminantes a diferentes escalas, efecto del cambio climático en la ecología de las comunidades, etc. (Davis et al., 2015; Daru et al, 2018; Meineke et al., 2018; Schmitt et al. 2018). 

En años recientes, la digitalización de las colecciones biológicas ha abierto una posibilidad sin precedentes para el uso de la información, que abarcan tres siglos de colectas al rededor del mundo, lo cual representa un vínculo de interacción entre disciplinas, instituciones y países que históricamente han tenido acceso limitado a los museos más grandes del mundo ubicados en Europa y Norteamérica (Meineke et al, 2018).

Más de 6000 colecciones biológicas albergan el patrimonio natural de la historia de la vida en la tierra, con más de 640 millones de especímenes documentados (Ariño, 2010), y su conservación, así como el continuo enriquecimiento de las colecciones biológicas, es indispensable para resguardar el conocimiento del mundo para las futuras generaciones en este mundo cambiante.

 

Referencias

  • Ariño, A. H. 2010. Approaches to estimating the universe of natural history collections data. Biodivers. inform, 7: 81 – 92.
  • Castillo-Figueroa D. 2018. Beyond specimens: linking biological collections, functional ecology and biodiversity conservation. Rev. Per. Biol. 25(3): 343 – 348.
  • Davis, C.C., Willis, C.G., Connolly, B., Kelly, C., and Ellison, A.M. 2015. Herbarium records are reliable sources of phenological change driven by climate and provide novel insights into species’ phenological cueing mechanisms. Am. J. Bot. 102: 1599-1609. 
  • Daru, B.H., Kling, M.M., Meineke, E.K., and van Wyk, A.E. 2018. Herbarium records reveal early flowering in response to warming in the southern hemisphere. bioRxiv: 432765. 
  • Meineke, E.K., Davies, T.J., Daru, B.H., and Davis, C.C. 2018. Biological collections for understanding biodiversity in the Anthropocene. Phil. Trans. R. Soc. B.  374: 20170386.
  • Millennium Ecosystem Assessment (MEA), 2005. Ecosystems and Human Well-being: Biodiversity Synthesis. World Resources Institute, Washington, DC. (https://www.millenniumassessment.org/documents/document.354.aspx.pdf)
  • Schmitth, C.J., Cook, J.A., Zamudio, K.R., and Edwards, S.V. 2018. Museum specimens of terrestrial vertebrates are sensitive indicators of environmental change in the Anthropocene. Phil. Trans. R. Soc. B. 374: 20170387.