Las Xylarias ¿Qué son, dónde encontrarlas y cómo medir su biodiversidad?

Benazir Gabriela Cerón Gómez1  Santiago Chacón ZapataElsa Utrera BarillasMiguel A. García MartínezFidel Tapia Padilla2

Programa de Fomento al Interés por la Carrera Científica y Tecnológica en Niños y Jóvenes 2014. Instituto de Ecología A.C. 

¿No crees que en lugar de ver…, es mejor observar?

Alguna vez te has preguntado cuando caminas en un bosque ¿dónde quedan las ramas que caen de los árboles?, bueno pues yo sí, pero no sabía la razón.

Mi experiencia comenzó, cuando mi profesor de biología me comentó que se había mandado una solicitud de parte de la dirección para que escogiera un alumno (a) para participar en un programa del Instituto de Ecología y que si yo quería asistir; a lo que accedí porque la verdad me interesa aprender cosas nuevas. Nos convocaron a una reunión en el Jardín Botánico del Instituto de Ecología A.C. para asignarnos a cada niño y/o joven un científico para que trabajáramos con él. A mí me tocó con un científico que trabajaba  “los hongos ascomicetos, con énfasis en el género “Xylaria”y pensé “en mi corta vida nunca había escuchado este nombre”, pero bueno era algo nuevo que tal vez resultaría interesante y me serviría más adelante.   

Después de este evento pasaron unos días y regresamos al INECOL a comenzar nuestro proyecto. El primer día nos dieron a todos los niños y/o jóvenes un recorrido por las áreas más importantes. Durante el recorrido nos explicaron brevemente para que existían cada uno de los edificios que hay ahí y que especialistas estaban dentro de ellos.

El segundo día llegué con mis “tres instructores” la bióloga Elsa M. Utrera Barillas, el Dr. Santiago Chacón Zapata y el Técnico Fidel Tapia, en donde a partir de entonces comenzó todo el trabajo organizado en distintas actividades. Días antes yo había buscado un poco sobre el tema y me parecía que los hongos que me habían asignado “eran horribles,  se lo  comenté a la bióloga y ella río mucho y dijo “ahora los vez así pero cuando salgas de aquí verás que te gustarán mucho”, no le creí…. Cada uno de mis instructores preparó un tema para explicarme con mucha paciencia; creo que hubo un buen diálogo entre todos.

Lo primero que hicieron fue que me cuestionara ¿qué son las Xylarias?, ¿cuántas hay?, ¿Dónde crecen?, ¿cómo son? y su clasificación. Pues bueno, aprendí que las Xylarias son hongos ascomicetos. Los Ascomicetos son el grupo de hongos más numeroso, y abarca unas 60.000 especies. Se trata de hongos que pueden vivir en numerosos sustratos, incluso bajo tierra, y su nombre empieza con “asco” porque tienen ascas las cuales son bolsas donde se forman las esporas y por lo general se encuentran en número de 8 o más,  la zona que tiene las ascas se llama himenio, y contiene unas hifas estériles, haploides y monocarióticas  llamadas paráfisis. Su función es la de diseminar o esparcir las esporas. Las Xylarias se clasifican de acuerdo a sus estructuras tanto a nivel macro: por sus peritecios visibles, si tienen estípite o no, y el sustrato. A nivel micro: por su estroma, las esporas y su línea germinal. Además de que las Xylarias son hongos degradadores que ayudan a algunas especies al control biológico de las mismas. También me mostraron algunos tipos de Xylarias.

Observé algunas ascas en el microscopio, cuando las vi me maravillé y dibujé lo que veía, a la preparación del material le agregué KOH y solución de Melzer, para observar mejor sus estructuras internas.

Después de esta introducción, salimos al “Santuario del Bosque de Niebla” que se encuentra cerca del Jardín Botánico y caminamos mucho, buscábamos algunos ejemplares de Xylarias, y de pronto vi unos frutos que salían de unos de los escalones, caí en la cuenta de que era lo que buscábamos y casi grité para que los vieran, las Xylarias parecían ser como una mano saliendo de la madera, ahora comprendí por qué se llaman “deditos” a estos hongos. Sacamos bolsas de papel, un martillo y algo parecido a un desarmador (que se conoce como “formón”), mis instructores me enseñaron cómo colectar las muestras con estos instrumentos de campo.

La verdad me costó trabajo porque el hongo estaba justamente en la esquina de la madera y no quería lastimarlo fue una experiencia divertida, además de que en ese momento entendí que la pregunta que me había hecho al comienzo se estaba respondiendo con esto,  la razón por la que las ramas de los árboles desaparecen en realidad es porque las Xylarias los degradan hasta que se vuelven abono para el propio bosque es como una cadena. Así seguimos por algunas horas más y encontramos distintos especímenes, no todos eran Xylarias pero aun así, me explicaron de que familia provenían y si eran comestibles o no.

Después de este paso, regresamos al cubículo para revisar y registrar las especies que habíamos encontrado, me fue proporcionada una bitácora donde dibujé nuestros ejemplares  colectados en el Santuario y observé las ascas y esporas de algunos hongos. Para diferenciarlas, se sacó un promedio de las medidas de las esporas que observé en el microscopio y ya teniendo las características correctas se buscó en un libro con claves el nombre de cada Xylaria.

Al tercer día seguimos observando y haciendo notas, además de que mis dibujos cada vez se hacían más explícitos.

Ese mismo día, otro integrante del equipo llamado Miguel A. García Martínez, nos explicó cómo hacer una “Curva de acumulación de especies” en Excel y con un programa llamado Estimate9.1 y así supiéramos si las colectas realizadas al “Santuario del Bosque de Niebla” eran suficientes para tener un buen inventario de especies en la zona, y pues resultó que si lo eran, entonces esto nos dejó en claro que habíamos llegado al objetivo.

Creo que esta experiencia me aclaró muchas dudas sobre la naturaleza y además mi pregunta se respondió. Ahora entiendo porque existe el dicho “no juzgues un libro por su portada”, yo creía que las Xylarias eran feas y que no tenían ninguna utilidad y ahora me doy cuenta de que estaba muy equivocada porque ni son feas y hacen una de las funciones más importantes en la naturaleza, regresar al suelo lo que es del suelo.

Además aprendí que el trabajo de un científico requiere de disciplina, que su búsqueda para entender a la naturaleza consiste en un  trabajo de campo, de laboratorio y consulta en libros especializados para encontrar y alcanzar sus objetivos.

Y que quizás a futuro yo pueda llegar a ser una Ilustradora Científica, pues una de mis aficiones es dibujar, y dibujar a la naturaleza podría ser una alternativa de estudio más adelante, es decir, se me abrió la posibilidad de un campo de estudio dentro de la Ciencia.