Escudriñando en una colección de plantas

Emmanuel Pérez-Calix y Patricia Y. Mayoral Loera

Artículo publicado en el Portal Comunicación Veracruzana el día 13 de mayo 2021

Los herbarios son colecciones de plantas secas organizadas y clasificadas, que son utilizados mayormente por los taxónomos como fuente de información para estudios botánicos. Sin embargo, los datos que en él se albergan permiten desarrollar otras actividades que no corresponden a fines científicos, sino más bien artísticos, lúdicos y de interés general. En este artículo se abordan las espinas de las cactáceas y su diversidad como un ejemplo de la novedosa información que un no botánico puede encontrar en el herbario.

Palabras Claves: herbario, Cactáceas, espinas,

Los humanos hemos establecido diversos lugares para coleccionar, resguardar y organizar diversos materiales; por ejemplo, libros, películas y documentales, organismos vivos, rocas, fósiles, etc. Dependiendo de lo que se recopile, al acervo se le asigna un nombre. Así tenemos, entre otros, bibliotecas, filmotecas, museos, colecciones entomológicas y herbarios. Aunque nos parece que algunas de esas colecciones o acervos tienen únicamente fines recreativos (ej. museos, filmotecas) o científicos (ej. colecciones entomológicas, herbarios), la realidad es que esas actividades se complementan y no son exclusivas de uno u otro interés. Particularmente los herbarios (colecciones de plantas), son útiles más allá de los propósitos científicos con los que los especialistas los consultan. Si bien a los botánicos les permiten acercarse detallada y constantemente a los órganos que están preservados en las plantas secas que constituyen sus ejemplares y les es posible observar cómo se conservan diversos especímenes de un grupo vegetal (especie, género, familia, etc.) y estudiar meticulosamente la variación de las partes de las plantas, consiguiendo así documentar los tipos de tallos, las formas de las flores, los frutos, las semillas o las hojas, lo cierto es que observar el material resguardado en un herbario para alguien que no los visita con fines
científicos es muy interesante.

¿Quién que no tenga propósitos científicos podría visitar un herbario? ¡los amantes de las plantas! probablemente te has fijado que a mucha gente le gusta dibujarlas, fotografiarlas, cultivarlas y cuidarlas. Un caso muy popular es el de los cactus; quizá porque son plantas, además de hermosas, resistentes a la sequía (por si se te olvida regarlas) y que causan mucho interés porque son peculiares por su consistencia carnosa, porque sus hojas tienen forma de espina. Estas suculentas se caracterizan, además de la forma de la planta, precisamente por la forma y el arreglo de sus espinas. Estos
órganos vegetales llaman poderosamente la atención y presentan una enorme diversidad; en un herbario se pueden analizar detenidamente. 

En principio, las espinas de los cactus están dispuestas en áreas específicas que los botánicos denominan areolas. Estas varían en tamaño, forma, consistencia, color y número. Los taxónomos especializados en la clasificación de las cactáceas han observado y descrito su diversidad basándose en esos rasgos, pero tú también puedes observar esas variaciones. Las areolas pueden ser circulares, lenticulares y estrechas (Fig. 1); algunas tienen aspecto de terciopelo, otras asemejan al fieltro, unas más son verrugosas e inclusive se conocen unas cerosas; sus colores varían del blanco, crema, amarillo, ocre, naranja, rojo y gris, al negro. En cada aréola se aprecian, ordinariamente, dos tipos de espinas: las radiales, acomodadas en su periferia y las centrales que son más gruesas y largas (Figs. 1 y 2); además, pueden ser caedizas o permanentes; en una aréola puede haber ¡desde una hasta cerca de 100!

Las espinas, tienen formas aciculares, subuladas, cónicas, cilíndricas, aplanadas, rectas, curvas, ganchudas y plumosas; prismáticas retorcidas con la superficie brillante, pruinosa y lisa, rugosa o con estrías longitudinales o transversales. Se han descrito algunas muy diminutas (cerca de 1 mm) y otras que alcanzan hasta 30 cm de largo. Pueden ser frágiles, rígidas o flexibles y presentar colores uniformes o cambiar del blanco al negro, pasando por el gris, amarillo, verde, rojo, marrón o púrpura; también se encuentran casos que la coloración se presente en bandas transversales, en una misma espina o en toda la planta.

En algunas plantas solamente algunas porciones de su cuerpo están densamente cubiertas por espinas, en otras se encuentran más dispersas y otras no presentan. Como puedes ver las espinas son extremadamente variables en las cactáceas; sin embargo, se han detectado semejanzas dentro de este grupo de plantas, por lo que los botánicos las utilizan en la clasificación de ese grupo vegetal. Pero los no botánicos podemos deleitarnos con su asombrosa diversidad y aunque conocemos muy bien las espinas defensivas como las glóquidas o “aguates” presentes en los nopales (subfamilia Opuntioidea), que son muy delgadas, pequeñas y rígidas, si quieres conocer las otras espinas no tan comunes, puedes visitar el herbario.

Puede ser que te guste dibujar, pintar, fotografiar o simplemente percibir el mundo de una forma diferente a la cotidiana. En una colección botánica tendrás material para tu deleite e incrementar tu curiosidad. Quizá, conforme te familiarices con la diversidad de acomodos de las espinas en las plantas, las formas, colores, grados de aglomeración en regiones específicas del tallo y en las diferentes especies, la curiosidad te encamine a preguntarte ¿qué condiciones del ambiente en que viven las plantas ha generado esta diversificación?, ¿cómo se relacionan los diferentes tipos de estos órganos? y quién sabe ¡quizás un día seas un especialista en clasificación de cactus o un excelente dibujante científico!