Introducción
Qué se entiende por desarrollo costero sustentable:
Para el sector económico estas pudieran ser las respuestas correctas. Pero cuidado, es !error!
Por ejemplo, la clave del turismo costero depende de ofrecer comida, cultura, seguridad, hospedaje, comunicaciones, clima, paisaje y ambiente sano. Todo de alta calidad, incluidas playas certificadas y pesca abundante. Pero sobre todo un medio ambiente que exprese evidente integridad ecosistémica y cuyas buenas condiciones se sostengan en el tiempo. Es decir, la visión del clima, el paisaje y el ambiente sano, es fundamental para acercarnos a la concepción correcta de los usos y recursos costeros sustentable. Eso es lo primero, lo demás viene después.
Pero el “cambio climático” tiene su propia agenda y amenaza severamente descomponer las piezas de esta ecuación desintegrando el ecosistema. Adicionalmente la fuerte “presión social y económica” para el desarrollo de la zona costera, y la enorme expansión demográfica, tiene una visión económica productivista de corto plazo que, en ocasiones, puede producir tanto impacto como el propio cambio climático.
Frente a esto, en diferentes lugares del mundo, falta mucha conciencia y ética para comprender que parte de la solución es la “evaluación y planificación ambiental estratégica” y el “manejo-ecosistémico costero” de mediano y largo plazo, donde el papel del sector privado debiera ser mucho más comprometido y relevante; sobre todo por el débil interés del sector político, más aún frente a políticas públicas ambientales confusas y comprometidas con la corrupción.
De las piezas de la ecuación de sustentabilidad ambiental del desarrollo, la “gallina de los huevos de oro” es la integridad ecológica de la naturaleza.
En la Figura 1, podemos entender con claridad que el progreso y la calidad de vida (incluido el desarrollo económico y el bienestar social) dependen en estricto de la integridad ecológica del ecosistema costero. El desarrollo equilibrado depende de las funciones ecológicas, y luego de los bienes y servicios que suministran los ecosistemas costeros de manera natural. Pero para que esto funcione de manera sostenida en el tiempo; es decir, un desarrollo sustentable en equilibrio, se requiere el compromiso “obligatorio” -de los sectores político y empresarial- en implementar programas de acción de medio y largo plazo, que aseguren la conservación, la preservación y la restauración de los ecosistemas costeros, a través del manejo-ecosistémico de los habitas críticos y esenciales para el funcionamiento de la zona costera.
Figura 1. Ecuación de la sustentabilidad balanceando integridad del ecosistema con necesidades humanas. La integridad del ecosistema es la perspectiva Ecocentrica y esto implica Procesos biofísicos, Sistemas complejos adaptativos, Biodiversidad, Paisaje, Complejidad de hábitats, Limitada invasión de taxas, y Resiliencia del ecosistema. El Progreso Humano y la Calidad de Vida es la perspectiva Antropocéntrica y esto implica Mitigación de desastres, Tecnologías de amortiguamiento, Salud del ecosistema, Justicia ambiental, Estética y recreación, Ingeniería ecológica, Ecotecnologías, e Ingeniería de resiliencia (Tomado del PwPt Conferencia Plenaria de A. Yáñez-Arancibia en II-GIAL Mayo 2016 Florianópolis, Brasil. Adaptado de Weinstein y Day 2014).
Parte del gran desafío de evolucionar las metodologías hacia el manejo costero con base ecosistémica, requiere enfrentarse a preguntas complejas:
Esta aproximación requiere combinar aspectos diferenciales de metodología compleja.
La respuesta global es compleja pero, evidentemente, debe comenzar por integrar los intereses en conflicto de los sectores social, económico, ambiental y jurídico normativo.
La gestión ambiental, por una parte, y el manejo integrado de la zona costera y sus recursos, por otra, aún cuando se “habla” de ello desde hace 25 años, continúan siendo emergentes en términos de planteamiento teórico, bases conceptuales y ruta metodológica. Sobre todo cuando todavía la literatura habla de “gestión” y “manejo”, equivocadamente como “sinónimos”.
Los esfuerzos nacionales e internacionales han producido algunos resultados.
Sobre esa base, continúa siendo prioritario en cualquier latitud:
El Referente
La Comisión sobre Política Oceánica y Costera de los Estados Unidos (U.S. Commission on Ocean & Coastal Policy), y la Comisión de los Océanos de la Fundación Pew (Pew Ocean Commission), recomiendan adoptar el “Manejo-Ecosistémico” como la piedra angular de una nueva política de uso y protección de los recursos costeros y oceánicos, integrando en ello el uso y protección de los recursos de manera sostenida y equilibrada (incluido en ello el Turismo).
El 21 de marzo de 2005, en Washington DC, más de 200 científicos, académicos y expertos en política ambiental, firmaron el Planteamiento Consensuado sobre Manejo Basado en el Ecosistema (Consensus Statement on Marine Ecosystem-Based Management). El INECOL a través de la Unidad de Ecosistemas Costeros de la Red Ambiente y Sustentabilidad, estuvo presente como observador. El documento destaca la comprensión científica y el carácter único de los ecosistemas costero-marinos, y explica como éste conocimiento fundamenta la necesidad de un nuevo enfoque de manejo de los recursos naturales. El 20 de septiembre de 2004, el informe final fue presentado por la U.S. Commission on Ocean & Coastal Policy, al Presidente Bush y oficiales en la Casa Blanca. El enfoque para el Manejo-Ecosistémico Costero se ilustra en la Figura 2.
Figura 2. El ecosistema costero integra diferentes mecanismos de productividad natural y pulsos ecológicos de parámetros físico químicos y biológicos, que funcionan de manera acoplada, y como resultados ofrecen usos y recursos naturales que se utilizan para el desarrollo social y económico de la zona costera. Preservar esta estructura funcional es fundamental para el desarrollo económico de la zona costera, sobre la base de decisiones de manejo que no comprometan la integridad ecológica de las costas (Tomado del PwPt Conferencia Plenaria de A. Yáñez-Arancibia en II-GIAL Mayo 2016 Florianópolis, Brasil).
El enfoque fue adoptado para el Gran Ecosistema Marino del Caribe (The Caribbean Large Marine Ecosystem LME-13, Fanning et al. 2011), y para el Gran Ecosistema Marino del Golfo de México (The Gulf of Mexico Large Marine Ecosystem LME-5, Day y Yáñez-Arancibia 2013), incluido en ambos casos las costas de México. El planteamiento teórico, conceptual y metodológico, considera como esencial: La Meta, mantener el ecosistema saludable, resiliente y productivo. El Impacto, proyectar el desarrollo científico para fundamentar la toma de decisiones ambientales y fortalecer una gobernanza efectiva. El Principio Guía, los recursos deben ser manejados para reflejar las relaciones humanas en su interés social y económico, sin comprometer la integridad ecológica del ecosistema, en equilibrio socio económico y ambiental con la biodiversidad. Considerando, que el cambio climático es la amenaza más seria del siglo XXI para hacer In-sustentable todo el proceso de desarrollo, pero sugiriendo la planificación ambiental estratégica de largo plazo como parte de la solución (Yáñez-Arancibia et al. 2011, 2013).
Durante los últimos 10 años se ha desarrollado un notable avances de teoría y conceptos que están cambiando el enfoque del manejo de ecosistemas y sus recursos naturales. El Manejo-Ecosistémico (ME) (Ecosystem-Based Management, EBM), es una herramienta apropiada para la zona costera, que integra las fronteras ecológica, social, económica y jurídica, particularmente eficaz hacia el manejo costero integrado por la gran heterogeneidad de hábitats y gradientes acoplados entre humedales de la llanura costera, lagunas, estuarios, deltas y la pluma estuarina sobre la plataforma continental. Esto es un importante gradiente de hábitats acoplados en un sistema biocomplejo con interés socioeconómico en conflicto. Desde el punto de vista de escalas espaciales y temporales, y el funcionamiento integral de la zona costera, el enfoque metodológico fundamenta que la cuenca de drenaje con respecto al gradiente de hábitats acoplados “cuenca baja /humedales /delta /laguna costera /estuario /pluma estuarina”, es el nivel ecosistémico óptimo para el enfoque del Manejo-Ecosistémico-Costero en costas tropicales y subtropicales.
En la Figura 3 se ilustra la integración funcional en el gradiente de hábitats de la zona costera y el “punto de encuentro” para las soluciones sustentables hacia una economía sustentable (color rojo).
Figura 3. El sistema socio económico ambiental de la zona costera depende de la integración del gradiente de hábitats entre la parte baja de las cuencas hidrológicas (superficiales o subterráneas), los humedales del ecosistema costero, y el océano adyacente. El sembrado de las actividades humanas no debe rebasar la zona de convergencia en equilibrio (color rojo) donde se asegura un ambiente sustentable preservando la integridad ecológica, una equidad sustentable entre ambiente y desarrollo, sosteniendo una economía sustentable de largo plazo. Los impactos del cambio climático y el desborde de la presión social y económica son los principales factores que inducen Insustentablidad del desarrollo socioeconómico (Tomado del PwPt Conferencia Plenaria de A. Yáñez-Arancibia en II-GIAL Mayo 2016 Florianópolis, Brasil. Basado en Yáñez-Arancibia et al. 2011, 2013).
Conclusión
Desde la perspectiva del manejo-basado-en-el-ecosistema (ecosystem-based-management EBM, US Commission on Ocean Policy) en Hershman y Hansen (2006), la respuesta del ambiente y de los hábitats bajo variabilidad extrema está modulada por la influencia del clima que afecta los componentes biofísicos del ecosistema. EBM ha emergido como un principio que guía las nuevas políticas de gestión y manejo de ecosistemas y sus recursos explotables hacia el siglo XXI. Debido a que EBM es una herramienta de respaldo al desarrollo socioeconómico, integrando la ecología con las dimensiones sociales y económicas, permite:
Manteniendo la integridad ecológica es la mejor herramienta natural para mitigar los impactos del cambio climático; asegurando además la integridad ecológica de los ecosistemas costeros mitigando la presión socioeconómica. Esto es fundamental para la sustentabilidad ambiental de cualquier actividad productiva de la zona costera.
El complemento de la Figura 4 muestra que, de manera general, no solamente estoy destacando los impactos potenciales del cambio climático, sino además el papel depredador y de voracidad sobre los recursos costeros, tanto de los sectores político y con ello la expansión demográfica acelerada, sino también de los sectores sociales y económicos diversos, todos concatenados para evitar el rigor jurídico que los circunscribe a lo que se puede y lo que no se puede desarrollar en los habitas críticos de los litorales. La Figura 4 ilustra que al final del camino la incertidumbre se acentúa sobre el sector ambiental haciendo del desarrollo sustentable una aspiración utópica. El éxito es la "Integración" sectorial para obtener los fundamentos verdaderos hacia la sustentabilidad ambiental del manejo ecosistémico costero.
Reflexionando sobre los resultados obtenidos en diferentes eventos académicos por Latinoamérica, el análisis crítico del referente metodológico permite establecer a futuro que: No es posible maximizar ninguno de los usos competitivos, ni magnificar los intereses sectoriales unilaterales; como tampoco ignorar las diferencias políticas, sociales, ecológicas y jurídicas, en la integración requerida y obligada del Manejo-Ecosistémico. Al final del día, habrá que considerar tanto las regulaciones gubernamentales, los planes nacionales del desarrollo, como los requerimientos sociales hacia cambios de valores y mecanismos que regulan la economía y que por lo general desconocen los servicios ambientales del ecosistema. Esto no es fácil, pero hacia un manejo sustentable de ecosistemas y recursos explotables en el futuro inmediato, esto es absolutamente obligatorio.
Figura 4. Tomado del PwPt Conferencia Plenaria de A. Yáñez-Arancibia en II-GIAL Mayo 2016 Florianópolis, Brasil.
Sugiero que hay diferentes etapas hacia la sustentabilidad del manejo costero y la gestión con base ecosistémica, con políticas del desarrollo equilibrado en cuatro áreas puntuales: (1) Económica, (2) Social, (3) Ambiental y, 4) Jurídica. Basado en estas premisas, el manejo costero y la gestión ecosistémico puede avanzar:
En el marco de la Red Iberoamericana de Gestión Integrada de Áreas Litorales IBERMAR, es ahora una prioridad para desarrollar ciencia y tecnología en el marco de los Postgrados interdisciplinarios sobre Manejo Integrado de la Zona Costera (que existen en Chile, Uruguay, Brasil, Ecuador, Colombia, Cuba, Panamá, Costa Rica, Honduras, México, España), y ayudar a corregir desde ahora el drama del futuro ambiental costero globalizado en el siglo XXI, que ignora la importancia fundamental de la integridad ecológica de los ecosistemas.
Referencias bibliográficas