Energías renovables en México

Rafael Villegas Patraca, José Luis Aguilar López

Artículo publicado en el Portal Comunicación Veracruzana el día 09 de noviembre 2021

A la fecha la población humana que habita el planeta ronda los 7,800 millones. Este exorbitante número de personas consume una enorme cantidad de energía con una demanda en aumento constante que parece no tener fin. Actualmente, y desde la revolución que representó el motor de combustión interna, los combustibles mayormente empleados para la producción de energía son aquellos de origen fósil como el petróleo, el gas y el carbón.

Es bien sabido que la industria energética basada en combustibles fósiles genera una serie de efectos negativos sobre el medio ambiente que incluye modificaciones en la cobertura vegetal, contaminación de cuerpos de agua continentales y de los mares, y la emisión de gases de efecto invernadero que a su vez han exacerbado fenómenos como el calentamiento global, que está afectando de forma directa e indirecta a las distintas formas de vida del planeta, incluido el propio ser humano.

Por tal motivo desde hace décadas se hizo evidente la necesidad de explorar nuevas formas de generación de energía, con un menor costo económico de producción, y menor impacto negativo en el medio ambiente, p. ej. menores emisiones de gases de efecto invernadero, que los combustibles fósiles. Esto llevó al desarrollo de propuestas de generación de energía llamadas “energías renovables” o “energías limpias” a partir de recursos naturales que pudieran ser aprovechados de forma sustentable, entre las que podemos mencionar, energía mareomotriz (generada a partir de las mareas marítimas), energía de la biomasa (aquella que emplea materia orgánica de seres vivos), energía hidráulica (generada con la fuerza de corrientes de agua), la energía eólica (que se genera a partir del viento), energía geotérmica (aquella que se genera en espacios geotérmicos del planeta como geisers), energía solar (a partir de la radiación del sol), e incluso el hidrógeno verde o hidrógeno renovable, una fuente de energía que está siendo evaluada. Entre la variedad de fuentes de energía mencionadas, las más difundidas y con mayor producción a nivel global son la energía hidráulica, eólica, solar y geotérmica (Figura 1).

Fig 1. Principales fuentes de energías renovables: A) energía hidráulica, B) energía eólica, C) energía solar y D) energía geotérmica.

 

Panorama mundial de las energías renovables

A escala global ha habido un incremento constante en la producción de energías limpias en las últimas décadas; por ejemplo, según cifras de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés), entre 2010 y 2019 la capacidad de producción a escala mundial se duplicó de 1,226,853 a 2,536,853 megawatts (MW) y ya son 222 países los que han adoptado algún tipo de política que promueve este tipo de energías. No obstante, las energías limpias no han sido adoptadas en la misma medida por los diferentes países del mundo, siendo evidente una concentración de la industria energética renovable en el hemisferio norte del planeta, mientras que en los países del hemisferio sur éstas muestran un menor desarrollo, ¡claro! Con algunas honrosas excepciones, como Uruguay en América del Sur o Costa Rica en Centroamérica, que han logrado que casi la totalidad de la energía que consumen sea producida a partir de recursos renovables. 

Un número creciente de estudios científicos indican que las energías renovables son opciones más amigables con el medio ambiente que la industria energética basada en combustibles fósiles, aunque esto no significa que estén exentas de causar efectos negativos sobre la biodiversidad o sobre ciertos grupos biológicos (por ejemplo, muertes de aves y murciélagos por impacto o por traumas relacionados con cambios drásticos de presión por el funcionamiento de las aspas de los aerogeneradores en parques eólicos). En cualquier caso, la promoción de la generación de energías con el menor impacto ecológico posible y que exploten fuentes inacabables es fundamental para la conservación de la diversidad biológica. 

 

Energías renovables: el caso de México

En México, la cantidad de energía generada a partir de fuentes renovables, se duplicó entre 2010 y 2019, pasando de 13,515 a 25,648 MW de acuerdo a datos de la IRENA; contándose hasta 2019 con 50 parques fotovoltaicos ubicados en 15 estados (https://www.energiaestrategica.com), 68 parques eólicos en 14 estados (https://www.amdee.org), cuatro proyectos geotérmicos operando en cuatro estados (http://www.mexico2.com.mx), y 66 hidroeléctricas distribuidas en 15 estados del país (https://www.oise.mx). Estos números son alentadores, pero se requiere un esfuerzo sostenido para que México pueda cumplir con los compromisos que adquirió en “El Acuerdo de París, sobre Cambio Climático” que incluyen la reducción en un 22% de emisiones de gases de efecto invernadero y en 51% las emisiones de carbono negro para 2030. Al observar la distribución de los sitios de aprovechamiento de las distintas energías entre los estados de la Republica podemos observar que no es homogénea, pues estados como Colima, Morelos, Tlaxcala, Campeche, Tabasco y la Ciudad de México carecen de producción de energías renovables, mientras que Baja California Norte, Sonora, Coahuila, San Luis Potosí, Jalisco y Puebla aprovechan tres de los cuatro tipos de energías renovables que se producen en el país, lo cual indica que hay posibilidades de crecimiento para la generación de energías renovables (Figura 2).

Fig 2. Distribución por estado de la producción de energías renovables en México.  

 

Potencial de energías renovables en México

El establecimiento de plantas productoras de cualquiera de las energías renovables requiere de la conjunción de diversos factores como el económico, social, legal, pero ante todo se requiere del recurso natural que es la fuente de energía, incluso esto determina en gran medida el desarrollo de cierto tipo de energía renovable. Un ejemplo es Indonesia que posee el 40% de las reservas de energía geotérmica del mundo y que paulatinamente ha ido incrementado su aprovechamiento. En México hay un notable potencial para el crecimiento de las energías renovables ya presentes en el país como la hidráulica, eólica, solar y geotérmica, con espacios idóneos para el establecimiento de plantas de producción, ya sea el norte de Veracruz o Baja California Sur para la energía eólica; la parte norte del país con clima desértico y poca nubosidad idónea para el aprovechamiento de la energía solar; o la región del Eje Neovolcánico Transversal que incluye estados como Hidalgo, Guanajuato y Querétaro para la energía geotérmica. En el caso de la energía mareomotriz, aunque aún no se explota en México, estudios prospectivos indican que la costa del noroeste del país tiene potencial para su aprovechamiento. 

 

Consideraciones finales

El cumplimiento de los acuerdos de París por parte de México, no solo requiere la sustitución paulatina de la producción de energías con combustibles fósiles por energías renovables, también precisa que nosotros como ciudadanos cambiemos nuestros hábitos de consumo de energía: 1) empleando lo menos posible nuestros vehículos, ya que el parque vehicular es una fuente importante de emisión de gases de efecto invernadero (20% del total para México) y optar por autos con tecnología híbrida, que combinan un motor a gasolina con uno, o más, eléctricos; 2) haciendo un uso más eficiente de la energía eléctrica en casa; 3) consumiendo productos locales que implican un menor consumo de energía en transportación y conservación, y/o aquellos generados bajo sistemas de producción ambientalmente responsables; y 4) generando y consumiendo energías renovables en casa (en la actualidad al menos la energía solar puede ser explotada domésticamente, por medio de paneles solares).

 

Referencias

  • Ramos-Gutiérrez, L. J., y Montenegro-Fragoso, M. 2012. Las centrales hidroeléctricas en México: pasado, presente y futuro. Tecnología y ciencias del Agua 3(2): 103-121.
  • Morales-Ramos, A. C., M. Pérez-Figueroa, J. R. Pérez-Gallardo, y S. De León-Almaraz. 2017. Energías renovables y el hidrógeno. Un par prometedor en la transición energética de México. Investigación y Ciencia de la Universidad Autónoma de Aguascalientes 70: 92-101.
  • IRENA (International Renewable Energy Agency). 2020. Renewable Capacity Statistics. International Renewable Energy Agency (IRENA), Abu Dhabi.
  • DeGunther, R. 2009. Alternative energy for dummies. Wiley Publishing. 362 p.