Alquimia: entre la magia y la química

Felipe Barrera Méndez 

Artículo publicado en la Crónica y el Portal Comunicación Veracruzana el 31 de marzo 2022

Tanto en libros como en películas y videojuegos hemos escuchado mucho sobre los alquimistas, algunas veces representados con poderes mágicos, otras veces como botánicos fabricantes de pociones curativas, pero en realidad, ¿qué era la alquimia y cómo se relaciona con la química moderna? Revisemos de donde viene esta protociencia y su importancia en la cultura popular.

Palabras Clave: alquimia, química, metalurgia.

En videojuegos y novelas de fantasía, el arquetipo del alquimista suple al del hechicero si en el contexto de la obra no la magia, pero siembre representado como alguien muy inteligente. En ocasiones ambos arquetipos coexisten, donde el alquimista, en vez de conjurar hechizos, mezcla ingredientes que recolecta en la naturaleza para fabricar pociones, bombas y venenos diversos, y gráficamente es representado con parafernalia que encontraríamos en un laboratorio de química, como tubos de ensayo o matraces. Sabemos que la química es la ciencia natural que estudia la composición, estructura y propiedades de la materia, pero antes de que se conocieran conceptos como peso molecular, valencia, entalpía, termodinámica, etc., los alquimistas buscaban transformar la materia mediante métodos esotéricos y empíricos, o sea a base de prueba y error, pero sin un método científico establecido. Entre las más célebres metas de los alquimistas se encuentran la piedra filosofal, objeto que permitiría transformar plomo en oro, o el elixir de la vida, el cual concedería juventud eterna. A la piedra filosofal, por ejemplo, la vemos mencionadas en obras como Harry Potter o Full Metal Alchemist (FMA), aunque en estos casos se representa a la alquimia como una habilidad mágica.  Sin embargo, es relevante que ambas obras hacen referencia a Nicolás Flamel, alquimista francés del siglo XIV, pues en “Harry Potter y la piedra filosofal” se menciona que Flamel era amigo de Dumbledore, mientras que en FMA los protagonistas usan como su símbolo la cruz de Flamel (sin que nunca se mencione su origen o significado), que consiste en una serpiente crucificada. Otro símbolo muy usado por los alquimistas era  es el uróboros, una serpiente o dragón que devora su propia cola, representando la unión del todo y la perpetuidad de un ciclo de destrucción y creación de la materia. Hoy en día sabemos que la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma o, como le llamaban los alquimistas, se transmuta. Volviendo a los alquimistas históricos, estos pertenecían a grupos selectos y herméticos, puesto que nadie más tenía acceso a la información generada. De hecho, la palabra “hermetismo” proviene del nombre del alquimista Hermes Trismegisto, cuya existencia histórica aún se debate, y quien supuestamente escribía sus textos de manera enigmática para que no cualquiera pudiera entenderlos. Es por eso que decimos que un recipiente está cerrado “herméticamente” cuando nada sale ni entra. Entre los inventos o descubrimientos más importante de los alquimistas podemos citar el proceso de destilación, que permite separar líquidos en base a sus diferentes puntos de ebullición, lo cual a su vez, permitió la obtención de extractos naturales para ser usados en medicina. Esto se realizaba mediante el uso de retortas, las cuales actualmente siguen siendo usadas en laboratorios químicos, aunque se prefieren los condensadores modernos (Figura 2), que son mucho más eficientes. Otro descubrimiento importante fue la pólvora, cuyo poder logró escalar la tecnología bélica a pasos agigantados, pero también permitió la construcción de caminos que atravesaran montañas, en vez de tener que rodearlas. Asimismo, la metalurgia es otro trascendental aporte a la humanidad por parte de los alquimistas, llamando originalmente así al proceso de obtención de metales a partir de minerales. Dado que la astrología era una parte importante de la alquimia, los alquimistas occidentales relacionaron los principales metales conocidos con 7 cuerpos celestiales y los 7 días de la semana: plata para la luna/lunes, hierro para Marte/martes, mercurio para Mercurio/miércoles, estaño para Júpiter/jueves, cobre para Venus/viernes, plomo para Saturno/sábado, y oro para el Sol/domingo, cada uno de ellos con su propio símbolo. Como dato curioso, estos símbolos fueron usados en el manga y anime de Sailor Moon (cambiando las partes circulares por corazones), aunque no tenía nada que ver con la alquimia o metalurgia. Posteriormente se fueron incorporando otros elementos, designados como “mundanos”, pero siendo menos importantes que los 7 metales planetarios. Para concluir, los alquimistas no eran seres con poderes mágicos (aunque para las personas del medioevo así pudo parecerles), ni tuvieron metodologías refinadas para realizar sus experimentos, pero sentaron las bases para lo que posteriormente sería la química, y su importancia fue tal que aún hoy en día se les continúa referenciando en obras de cine, televisión, literatura y video juegos.

 

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