Los sistemas acuáticos y las cianobacterias

Gabriela Vázquez1 y Mario E. Favila2

La eutrofización de los sistemas acuáticos como los lagos, favorece el crecimiento excesivo de las algas como las cianobacterias, lo que puede ser un problema ambiental.

Los lagos, las lagunas, que son menos profundas que los lagos, y los ríos son ambientes acuáticos muy importantes para la humanidad. Los dos primeros son reservorios de agua en donde viven una gran cantidad de organismos acuáticos, como peces, aves como patos y flamencos, tortugas, ranas e insectos tan bonitos como las libélulas, entre otros. Sin embargo, en estos sistemas acuáticos se encuentran organismos microscópicos llamados algas, que componen el fitoplancton que es una comunidad conformada por diferentes grupos como las algas verdes, las diatomeas, las cianobacterias, y los dinoflagelados, principalmente. De estos, las cianobacterias son un grupo muy importante que ha sido muy estudiado por sus diferentes usos potenciales, pero principalmente por el efecto negativo que pueden tener en los ecosistemas acuáticos. También son conocidas como cianofíceas, cianoprocariotas o algas verde-azules. 

Lago cráter Chalchoapan en los Tuxtlas, Ver., con florecimientos algales. Imagen: Gabriela Vázquez

Aunque las cianobacterias se encuentran principalmente en ambientes acuáticos como los lagos, lagunas costeras, lagunas interdunarias (que se encuentran en las dunas costeras), ríos, aguas termales, e inclusive en los océanos, también se les encuentra en el suelo, ¡e inclusive en los desiertos! A nivel mundial se han identificado aproximadamente 2000 especies de cianobacterias, de las cuales se conocen aproximadamente 742 o más en México. Este grupo presenta una gran diversidad de formas. Pueden ser unicelulares, filamentosas e incluso forman colonias que pueden ser visibles a simple vista.

Hay especies importantes económicamente. Algunas especies pueden fijar nitrógeno atmosférico por lo que pueden usarse para fertilización de suelos y en cultivos. Otras como la Spirulina se utilizan como complemento alimenticio ya que tiene grandes cantidades de nutrimentos y vitaminas. También se han identificado compuestos llamados metabolitos bioactivos, que pueden ser potencialmente usados como antibacterianos, antifúngicos y antivirales. Inclusive, recientemente se ha propuesto que pueden ser importantes en la restauración ecológica de suelos degradados. Esta es la historia bonita de las cianobacterias. 

Sin embargo, hay un aspecto muy preocupante de algunas especies de cianobacterias que se han relacionado con la acelerada contaminación y con el cambio climático que favorecen su incontrolable crecimiento, pudiéndose multiplicar en tal forma tan llamativa que se les ha dado el nombre de florecimientos. Estos crecimientos de cianobacterias se relacionan con un proceso llamado eutrofización, que es un enriquecimiento de nutrientes en los ecosistemas acuáticos. Desafortunadamente la eutrofización, que es un proceso natural, va en incremento a nivel mundial debido a la gran cantidad de desechos orgánicos que los humanos vertimos a estos sistemas acuáticos. Este enriquecimiento desmesurado de nutrientes, como el nitrógeno y el fósforo provoca el crecimiento excesivo de las cianobacterias que potencialmente pueden producir cianotoxinas como parte de su metabolismo y que provocan problemas para la vida lacustre, generando mortandades de peces y en general un empobrecimiento de la biodiversidad por la presencia de sustancias tóxicas en los lagos, lagunas y ríos. 

Laguna interdunaria en Veracruz, con muchas algas. Imagen: Gabriela Vázquez

De esta forma, la eutrofización se debe al aumento en las descargas de aguas residuales y de escorrentía provenientes principalmente de la actividad agrícola y de los drenajes municipales, lo que, junto con temperaturas altas y buena luz, favorece los florecimientos de cianobacterias que pueden formar incluso natas, por lo que el agua se vuelve turbia y con un olor y sabor desagradables. Debido a que las cianobacterias son productores primarios y la base de la pirámide trófica, los organismos presentes en la columna de agua pueden ser afectados durante los florecimientos, y pueden provocar problemas de salud. Las cianotoxinas pueden inclusive tener actividad neurotóxica, o hepatotóxica en los organismos acuáticos. Algunos de los géneros que pueden producir potencialmente cianotoxinas son Microcystis, Anabaena, Oscillatoria, y Cylindrospermopsis. Entre las toxinas más importantes, se encuentran las microcistinas que son toxinas producidas potencialmente por Microcystis aeruginosa, que pueden provocar intoxicaciones tanto en animales como en humanos, por lo que pueden provocar un problema ambiental. Es decir, puede haber una relación tóxica entre las cianobacterias y los sistemas acuáticos. ¡Cuidado!

   

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