Artículo publicado en la Crónica y el Portal Comunicación Veracruzana el 27 de junio 2022
¿Sabías que en los mares de México se pueden observar a ocho de las 14 especies de ballenas barbadas conocidas en el mundo? Una de ellas es la ballena jorobada y comentaremos ¿cómo? un análisis del tejido adiposo de biopsias nos permite conocer aspectos de su ecología alimentaria, estado general de sus reservas de energía y biología reproductiva.
Palabras clave: ácidos grasos, ballena jorobada, Isla Socorro.
La ballena jorobada o rorcual jorobado, Megaptera novaeangliae, es un mamífero acuático o cetáceo que se caracteriza por presentar aletas pectorales, que miden cerca de 5 m de su longitud total (13-18 m) (Figura 1). Tiene una aleta dorsal variable en aspecto que se sitúa sobre una joroba, de la cual deriva su nombre, y una aleta caudal, que ventralmente tiene una pigmentación parcial o completamente blanca con cicatrices (Figura 2). Las variaciones del color y las cicatrices en la aleta dorsal y caudal se utilizan para identificar a cada ballena jorobada pues son como el equivalente a nuestra huella digital. Posee unas láminas elásticas o barbas constituidas de queratina (como el material del que están hechas nuestras uñas), que utilizan para filtrar el alimento y que las distingue de otros cetáceos como los delfines y los cachalotes que tienen dientes. Se alimenta de microorganismos que forman el zooplancton, de krill (similar a un camarón pequeño) y de cardúmenes de peces. Tiene una capa de grasa (por debajo de su piel) que la aísla del frío. Se ha sugerido que la composición de ácidos grados del tejido adiposo de las ballenas refleja su dieta pues tiene una composición similar a la de sus presas.
A y D aletas caudales, B y C aletas dorsales de distintos individuos de ballena jorobada.
Foto: Janet Nolasco Soto
Las ballenas jorobadas deben almacenar suficientes reservas de energía en forma de grasa para realizar sus actividades reproductoras (por ej. parir a sus crías, amamantarlas, aparearse). Esto lo logran permaneciendo en aguas frías alimentándose intensamente durante el verano (cuatro a seis meses y medio) y migrando, posteriormente, en invierno hacia aguas templadas en el trópico y subtrópico de ambos hemisferios para reproducirse (Figura 3). Un aspecto importante de su ciclo migratorio es que no todas migran al mismo tiempo hacia sus áreas de alimentación o de reproducción. Esto ocurre según su edad y estado reproductivo, por ejemplo; las hembras preñadas son las primeras en llegar a las zonas de alimentación, seguidas por hembras y machos inmaduros, animales maduros de ambos sexos y al final las hembras lactantes con sus crías. Estas últimas migraran primero en el siguiente año a las zonas de reproducción seguidas por machos y hembras inmaduros, machos maduros, hembras sin conducta reproductora (anestro) y al final las hembras preñadas.
Distribución de las ballenas jorobadas en el mundo. En negro se indican las conexiones migratorias de las zonas de alimentación en verano (azul)
con las zonas de reproducción invernales (rojo). Fuente: http://www.conabio.gob.mx/institucion/proyectos/resultados/InfW024.pdf
La secuencia migratoria de las ballenas jorobadas parece relacionarse con: la capacidad para almacenar energía, la condición nutricional del individuo, así como por la abundancia y la calidad del alimento, entre otros factores. Por lo tanto, las ballenas deben hacer un uso eficiente de sus reservas de energía en el invierno durante el cual la alimentación es ocasional o nula. Por ejemplo, es sabido que las hembras preñadas de la ballena de aleta, Balaenoptera physallus, adquieren el mayor grosor de la capa de grasa durante la alimentación, en comparación con otros estadios reproductivos como machos y hembras inmaduras. Esto porque la reproducción de las hembras depende con cierto grado del almacenamiento de grasas, por lo que una disminución de presas puede reducir el número de ovulaciones y la posterior preñez. También se puede afectar la viabilidad del feto o supervivencia de la cría, disminuyendo el número de nacimientos y prolongando los intervalos de reproducción de las hembras (una cría cada dos a tres años) mientras almacenan grasas en cantidad suficiente.
Tradicionalmente, la determinación formal del estado de las reservas de energía requiere de exámenes de los animales completos, con esto en mente, exploramos las inferencias que es posible hacer a través del análisis de pequeñas muestras. En nuestro estudio analizamos la composición y concentración de ácidos grasos (contenido energético) en el tejido adiposo de biopsias de ballenas jorobadas que invernan en las aguas adyacentes a la isla Socorro, Revillagigedo, México. Esto se hizo por sexo y estado reproductivo (machos, hembras con cría, crías, hembras en anestro) en los inviernos de 1998 y 1999. Comparamos nuestros datos con la composición de ácidos grasos de ballenas jorobadas del Atlántico Norte obtenidos por Borobia y colaboradores (1995) durante el verano de 1991.
La composición de ácidos grasos fue diferente entre inviernos (1998 vs. 1999) y entre cuencas oceánicas (Pacífico Norte vs. Atlántico Norte). Por ejemplo, en las muestras de 1998 se observa mayor diversidad y concentración de ácidos grasos, que en las muestras de tejido adiposo de 1999. En la Figura 4 se puede notar la ausencia de algunos ácidos grasos en las muestras de 1999 y la presencia de otros en las muestras de 1998, los colores obscuros en las columnas indican ácidos grasos con mayor contenido energético. Esto sugiere cambios en la dieta entre inviernos. Estos cambios pueden relacionarse con el evento climático de El Niño en el verano de 1998, que fue el verano en el que se alimentaron las ballenas jorobadas que invernaron en 1999 en la isla Socorro. Este fenómeno incrementa la temperatura del mar en el Pacífico ocasionando una reducción en la productividad biológica en el océano y por tanto en las presas potenciales para las ballenas y otros animales marinos.
La diferencia entre cuencas oceánicas indica que hay una mayor variabilidad y disponibilidad de presas en el Atlántico Norte, al menos en el Golfo de San Lorenzo. Esto se nota por la presencia de más ácidos grasos en gran parte de las muestras del Atlántico Norte, así como por su mayor concentración (Figura 4). De forma global los resultados entre inviernos, sexos y estado reproductivo sugieren una marcada heterogeneidad en la alimentación de las ballenas jorobadas. Esto puede explicarse por las diferencias en comer ciertas presas de acuerdo con el sexo y/o estado reproductivo, así como por la capacidad de atraparlas, de dispersarse entre zonas de alimentación o por la disponibilidad de presas por región. Aunque, las ballenas jorobadas regresan a sus áreas tradicionales de alimentación en verano (filopatria) es posible que cambien su distribución pues se han observado algunos intercambios entre éstas en el Pacífico Norte.
Composición de ácidos grasos de la grasa de biopsias de ballenas jorobadas durante el verano de 1991 en el Atlántico Norte (Borobia et al., 1995)
y de la isla Socorro en los inviernos de 1998 y 1999. Cada columna indica un ácido graso. Los colores de la primera columna
indican a las crías (azul claro), machos (azul oscuro), hembras en anestro (amarillo) y hembras con cría (rojo).
El color en negro indica ácidos grasos más concentrados que los que tienden a colores grises claros. Crédito: Janet Nolasco Soto.
A pesar de que la cantidad de ácidos grasos en el tejido adiposo de biopsias de la ballena jorobada no refleja el estado global de las reservas de energía porque su composición y concentración varían en el grosor de la capa de grasa, entre clases de sexo/edad y entre distintas partes del cuerpo. No obstante, el análisis fisicoquímico de pequeñas muestras de tejido adiposo puede dar información sobre variaciones en la alimentación y estado general de sus reservas de energía.
Slider: Hembra con cría de ballena jorobada. Foto: Ben Phillips. https://www.pexels.com/es-es/foto/nadando-submarino-juntos-ternero-4781938/
Referencias
1Red de Biología Evolutiva, INECOL.
2Biología Evolutiva, Facultad de Ciencias, UNAM.
De pequeños brincos a grandes saltos ¿Larvitas de moscas en fuga?
Andrea Birke
Red de Manejo Biorracional de Plagas y Vectores
Los insectos son el grupo más biodiverso del planeta con cerca de 3.5 [ ... ]
Leer más...Galería virtual de los paisajes de Veracruz
Elio Lagunes-Díaz, Griselda Benítez Badillo, Miguel Equihua Zamora, Luz Sánchez Landero
Se presenta una galería de realidad virtual de los ecosistemas [ ... ]
Leer más...Insectos en mar abierto
Daniel Reynoso-Velasco y Rodolfo Novelo-Gutiérrez
Red de Biodiversidad y Sistemática
A pesar de que los insectos son el grupo más exitoso del planeta y están presentes en [ ... ]
Leer más...De bobos, actinos, islas y tesoros ocultos
Noemi Matías1, Teresa González2, Juan E. Martínez1, Oscar Téllez2 y Salvador Rodríguez2
Isla Clarión, en el Archipiélago de Revillagigedo, alberga [ ... ]
Leer más...Caballitos del diablo joya: los Calopterygidae
José Antonio Gómez Anaya y Rodolfo Novelo Gutiérrez
Red de Biodiversidad y Sistemática
Los caballitos del diablo joya, miembros de la familia Calopterygidae, [ ... ]
Leer más...Superhéroes ocultos en las plantas
Yely Gabriela Rodríguez Mina1, Frédérique Reverchon2, José Antonio Guerrero Analco3
Los hongos que viven al interior de las plantas pueden ocasionar, de manera [ ... ]
Leer más...Tillandsia ionantha, una especie mexicana, no brasileña
Juan José Ancona, Juan Pablo Pinzón, Patricia Hernández-Ledesma, Samuel Cruz-Esteban
Tillandsia ionantha fue descrita hace 169 años; desde [ ... ]
Leer más...Búhos en la ciudad: aliados imprescindibles para la sociedad
Miguel San Martín y Rafael Villegas Patraca
USPAE
Aunque no lo parezca, los búhos cumplen un papel importante en el control de plagas [ ... ]
Leer más...¡Hay que florecer donde fuimos plantados!
Karina M. Grajales Tam
Camino rumbo a la escuela, con la cabeza agachada, buscando monedas, billetes o algún tesoro perdido, pero solo encuentro restos de [ ... ]
Leer más...Desparasita a tu perro y cuida tú salud
Karla L. Tapia-Fierro y Andrés M. López
Red de Biología y Conservación de Vertebrados
Desparasita a tu perro continuamente para cuidar su salud y la de [ ... ]
Leer más...Dengue ¿cómo y quién lo transmite? métodos alternativos de control
Mireysi Torres Carrera, Luis Arturo Ibarra Juárez y Nicolaza Pariona Mendoza
Red de Estudios Moleculares Avanzados
El Dengue [ ... ]
Leer más...Contando y midiendo las costas
M. Luisa Martínez
Red de Ecología Funcional
Las costas representan una estrecha franja en el mundo y en México, pero son el hogar del 40% de la población mundial, [ ... ]
Leer más...Beneficios de los hongos del suelo en la producción agrícola:
Hongos solubilizadores de fósforo y micorrícicos arbusculares
Rosa María Arias Mota y Gabriela Heredia Abarca
El estudio de la agricultura [ ... ]
Leer más...Bacterias benéficas frente a la contaminación por metales pesados
Jaqueline de Jesús Jiménez Jiménez y Randy Ortiz Castro
Red de Estudios Moleculares Avanzados
La contaminación por metales pesados [ ... ]
Leer más...Papas agroecológicas, una solución a la contaminación
Gloria Carrión, Damaris Desgarennes y J. Francisco Castillo Esparza
Red de Biodiversidad y Sistemática
El uso de productos biológicos para [ ... ]
Leer más...Carbono en humedales urbanos de montaña
María Elizabeth Hernández Alarcón y María Leticia Monge González
Red de Manejo Biotecnológico de Recursos
El cambio climático es causado por las emisiones [ ... ]
Leer más...En la cuerda floja: el cableado eléctrico y la fauna silvestre
Ana Luisa Gómez Sánchez1, Juan José Barrios Gutiérrez1, Carlos Daniel Pinacho Pinacho2, Sonia Gallina-Tessaro3, Andrés M. López-Pérez3
Actualmente [ ... ]
Leer más...Mensajes invisibles: la comunicación química de los insectos
Patricia Romero Arellano y Viridiana Vega Badillo
Los semioquímicos son un conjunto de sustancias químicas que transmiten información [ ... ]
Leer más...¿Quién fue el naturalista oficial del H.M.S. Beagle?
Alejandro Espinosa de los Monteros
Biología Evolutiva
Para conmemorar los 215 años del natalicio de Darwin, recuento una serie de sucesos que [ ... ]
Leer más...Xicotli data: acciones de ciencia abierta en pro de los polinizadores nativos
Equipo “Xicotli data”*
La crisis de la polinización no sólo se debe a los efectos negativos que tienen las acciones [ ... ]
Leer más...Cuando la luna se come al sol
José G. García-Franco
Red Ecología Funcional
Los eclipses han maravillado al hombre desde la antigüedad. Eran considerados presagios de calamidades. Actualmente los [ ... ]
Leer más...Sismicidad en México
Alexandro Medina Chena, Laura Alejandra Barradas Sánchez y Rafael Villegas Patraca
USPAE
Desde el centro de la Tierra hasta su superficie, hay una distancia promedio de 6371 [ ... ]
Leer más...Helecho espada, invasor del Trópico Americano
Salvador Gonzalez de León, Claudio Mota Vargas, Cristian Pinzón y Oscar Briones
Un helecho asiático se ha dispersado por América en especial en los [ ... ]
Leer más...Genes de resistencia a los antibióticos
Antonio Acini Vásquez-Aguilar
Red de biología evolutiva
La resistencia a los antibióticos es un problema salud pública global y es resultado del uso inadecuado [ ... ]
Leer más...Agua embotellada ¿qué tan pura es?
Fabiola López Barrera, Robert Manson y Jorge Córdova Nieto
¿Qué hay en una botella de plástico con agua? Estudios recientes muestran que contienen micro y [ ... ]
Leer más...La historia natural de las plántulas
Jorge González Astorga
Las plántulas son el resultado inmediato de la germinación, siendo la etapa del ciclo de vida que contiene el potencial para el desarrollo [ ... ]
Leer más...Las visitas guiadas: historias plantásticas en un jardín botánico
Orlik Gómez García
Las visitas guiadas a los jardines botánicos recrean los conocimientos científicos y los expresan de manera [ ... ]
Leer más...Tradición y ciencia: el uso de plantas con propiedades medicinales
Erika Valencia-Mejía, Juan L. Monribot-Villanueva, José A. Guerrero-Analco, Abraham Vidal-Limón
Red de Estudios Moleculares Avanzados
Históricamente, [ ... ]
Leer más...Huracanes ¿cómo disminuir su impacto?
Sonia Morán-Rodríguez, A. Emmanuel Zúñiga-Tovar y Raymundo Dávalos-Sotelo
Huracanes, daños, población expuesta
La magnitud de los daños y pérdidas [ ... ]
Leer más...Paso a pasito, ¡me estreso poquito!
Carolina Valdespino, Sergio Albino, Sonia Gallina y Alberto González
Red de Biología y Conservación de Vertebrados
Además de permitir la comparación del efecto [ ... ]
Leer más...Usando el sol para reducir el daño a mangos por moscas de la fruta
Larissa Guillén y Martín Aluja
Describimos cómo aprovechando la luz solar se puede disminuir el ataque de un insecto a los valiosos [ ... ]
Leer más...El Chichimoco: especie emblemática que “ya casi no se ve”
Luis M. García Feria
En 1971, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) desarrolló [ ... ]
Leer más...Registros de grisón (Galictis vittata) en fincas cafetaleras de Veracruz, ¿buena noticia para todos?
José Luis Torres-Aguilar, Armando Contreras-Hernández y Carolina Álvarez-Peredo
Red de Ambiente [ ... ]
Leer más...Las Ascidias, del subfilo urocordados
Alberto Rísquez Valdepeña
Las ascidias (conocidos también como Tunicados) son un grupo de animales marinos pertenecientes al filo Chordata (Cordados), que también [ ... ]
Leer más...Strepsiptera: el octavo orden
Gerardo Quintos-Andrade; Jorge E. Valenzuela González
Los estrepsípteros son un grupo de insectos parásitos, con un modo de vida que pareciera salido de algún relato [ ... ]
Leer más...Anestesia: garantía en procedimientos con peces
Adriana García Vásquez
Red de Biología Evolutiva
¿Sabías que en los peces al igual que en los humanos se usan anestésicos para diferentes procedimientos? [ ... ]
Leer más...La ciencia y la protección civil
Francisco Mendoza Fernández
En cualquier parte donde ocurre algún evento catastrófico, donde se percibe una condición de peligro inminente, o se alerta de algún [ ... ]
Leer más...¿Por qué no “vemos” las plantas?
Josué Román Vázquez1 y Brenda Yudith Bedolla García2
La ceguera vegetal es un problema biológico-social que pone énfasis en nuestro aparente desinterés [ ... ]
Leer más...Explorando la naturaleza a través del deporte
Guillermo López Escalera Argueta
Oficina de comunicación
¿Alguna vez te has preguntado cómo la práctica de deportes en la naturaleza ha influido [ ... ]
Leer más...Cambios en la capacidad de los paisajes cafetaleros para conservar la biodiversidad
Robert H. Manson1, Vinicio Sosa Fernández1 y Carlos Cerdán Cabrera2
La capacidad de albergar la biodiversidad [ ... ]
Leer más...